8/06/2016, 00:58
El deshacerse de un cadáver no terminaba de hacerle gracia y nada aseguraba que en algún momento de su vida como kunoichi esto cambiase, pero de momento no le quedaba de otra que hacerlo o el restaurante con tan poca clientela terminaría por cerrar ese mismo día por tener… Bueno, eso que ahora ambas chicas estaba cargando sobre sus hombros.
Noemi no llegó siquiera a responderle a su compañera ante aquella propuesta que ya la escuchó contar y por ende se vio obligada a levantarse, no tanto para que el peso no se le fuera totalmente a Eri y con eso ya tenían seguro el poder cargarse el cadáver medianamente cómodas.
—Kuro… Abre la puerta por favor. —Le pidió algo suave al moreno intentando mantener cierta firmeza en el tono pese a que estuviese algo nerviosa por la carga que llevaba.
Si él les hacía el favor podrían dirigirse a algún lugar del bosque o mismo al río del que comentó la peliceleste aunque a la de Taki mucha gracia no le hacía ya que si bien había aprendido a manipular su chakra para caminar sobre el agua no era muy diestra que digamos debido a su falta de práctica. ~No tiene por qué enterarse. ~Era el pensamiento de la mayor que comenzó a marchar en torno a la puerta principal.
—La tierra es lo de menos, puedo ablandarla con la katana. —Afirmó la de Taki. —La cuestión es con qué hacer el agujero. —Agregó al cabo de unos instantes. Ella por lo menos no se tomaría la molestia de hurgar en lodo con las manos desnudas.
Noemi no llegó siquiera a responderle a su compañera ante aquella propuesta que ya la escuchó contar y por ende se vio obligada a levantarse, no tanto para que el peso no se le fuera totalmente a Eri y con eso ya tenían seguro el poder cargarse el cadáver medianamente cómodas.
—Kuro… Abre la puerta por favor. —Le pidió algo suave al moreno intentando mantener cierta firmeza en el tono pese a que estuviese algo nerviosa por la carga que llevaba.
Si él les hacía el favor podrían dirigirse a algún lugar del bosque o mismo al río del que comentó la peliceleste aunque a la de Taki mucha gracia no le hacía ya que si bien había aprendido a manipular su chakra para caminar sobre el agua no era muy diestra que digamos debido a su falta de práctica. ~No tiene por qué enterarse. ~Era el pensamiento de la mayor que comenzó a marchar en torno a la puerta principal.
—La tierra es lo de menos, puedo ablandarla con la katana. —Afirmó la de Taki. —La cuestión es con qué hacer el agujero. —Agregó al cabo de unos instantes. Ella por lo menos no se tomaría la molestia de hurgar en lodo con las manos desnudas.