18/05/2015, 10:41
La broma fue un completo éxito, Yota cayó a causa de su curiosidad, y tanto cayó que dio un sobresalto que poco faltó para llamar la atención a todos los presentes. Fue tan divertido que no pude disimular una mueca absurda en mi cara que me sirvió para aguantar la risa.
-Je je je Lo siento Uchiha Yota, las bocas a veces actúan por su cuenta. Pero sin duda, eso es por que les has caído bien.
Pero tras ese pequeño incidente Yota se sentó en la silla vacía que estaba justo a mi lado, y tras oír mi escueta respuesta me respondió de la forma más insólita que jamás hubiera llegado a imaginar. Quedó más que patente que no quedó satisfecho con mis respuestas, y me aseguró que no era el único que tenía cosas "chulas"
"¿En serio? la gente cuando se ha referido a mis bocas...han sido prudentes al hablar sobre ellas. Pero jamás en la vida hubiera imaginado que alguien les parecieran chulas. A lo mejor a mis futuras novias...pero eso es tema aparte"
Fue tanto mi sorpresa que mi rostro dejó atrás el semblante gracioso tras la ultima broma, y se tornó nuevamente en seriedad, tirando a un poco de normalidad. -¿Te parecen chulas?¿has dicho eso? Bueno, lo tomare como un cumplido... A continuación abrí mi portaobjetos y saqué un poco de arcilla con la que comencé a amasarla con la mano que tenía libre.
Al final mi invitado, el que me advirtió que me arrepentiría, hizo su comanda, un misero zumo. La chica tomó nota y con una reverencia de agradecimiento marchó en busca de ese humilde zumito.
-Ah! había jurado que me iba a arrepentir de invitarte. ¿O es que quizás el zumo de frutas del bosque vale su peso en oro en Yamiria? Agarré la tetera y apuré el té que quedaba en su interior, vertiéndolo en la taza. Mientras el té reposaba, terminé con los tres primeros dangos que habían en uno de los palos. Después le pasé el plato que contenía otro palo repleto de dangos y se lo acerqué a Yota. -Toma, comete estos.
Cuando se los acercaba, Yota me dijo algo raro que no entendí. -¿Decir algo a quién y de qué? Le contesté frunciendo el ceño, intentado averiguar sin éxito a que se podría referir.
-Je je je Lo siento Uchiha Yota, las bocas a veces actúan por su cuenta. Pero sin duda, eso es por que les has caído bien.
Pero tras ese pequeño incidente Yota se sentó en la silla vacía que estaba justo a mi lado, y tras oír mi escueta respuesta me respondió de la forma más insólita que jamás hubiera llegado a imaginar. Quedó más que patente que no quedó satisfecho con mis respuestas, y me aseguró que no era el único que tenía cosas "chulas"
"¿En serio? la gente cuando se ha referido a mis bocas...han sido prudentes al hablar sobre ellas. Pero jamás en la vida hubiera imaginado que alguien les parecieran chulas. A lo mejor a mis futuras novias...pero eso es tema aparte"
Fue tanto mi sorpresa que mi rostro dejó atrás el semblante gracioso tras la ultima broma, y se tornó nuevamente en seriedad, tirando a un poco de normalidad. -¿Te parecen chulas?¿has dicho eso? Bueno, lo tomare como un cumplido... A continuación abrí mi portaobjetos y saqué un poco de arcilla con la que comencé a amasarla con la mano que tenía libre.
Al final mi invitado, el que me advirtió que me arrepentiría, hizo su comanda, un misero zumo. La chica tomó nota y con una reverencia de agradecimiento marchó en busca de ese humilde zumito.
-Ah! había jurado que me iba a arrepentir de invitarte. ¿O es que quizás el zumo de frutas del bosque vale su peso en oro en Yamiria? Agarré la tetera y apuré el té que quedaba en su interior, vertiéndolo en la taza. Mientras el té reposaba, terminé con los tres primeros dangos que habían en uno de los palos. Después le pasé el plato que contenía otro palo repleto de dangos y se lo acerqué a Yota. -Toma, comete estos.
Cuando se los acercaba, Yota me dijo algo raro que no entendí. -¿Decir algo a quién y de qué? Le contesté frunciendo el ceño, intentado averiguar sin éxito a que se podría referir.