22/06/2016, 21:45
—Nueve. Correcto.
Eso quería decir que todavía quedaba mucho trabajo por hacer. Y mucho tiempo que perder. Suspiró, resignado, mientras el Takanashi le preguntaba si tenía alguna otra duda sobre la misión.
Datsue se encogió de hombros.
—No… por el momento. —Empezó a silbar, aburrido, para finalmente cambiar de idea y canturrear un estribillo recién compuesto mientras atravesaba el bosque de bambúes en busca de los osos perdidos—. La nariz se me arruuuga, cuando pasa uno del Remoliiino. No huele a cerezo ni viiino, sino a glorioso ñordeeete —Datsue subía y bajaba al osezno entre sus brazos, como si estuviese cantándole una nana—. Porque si la Espiral fuese un cuuulo… ¡Uzushiogakure sería el OJEEEETE!
¿Te ha gustado? —preguntó al osezno, como si le entendiese, y tomó sus dos pequeñitas zarpas para golpearlas entre sí como si estuviese dando palmadas—. Vaya, ¿tanto te ha gustado? —se carcajeó—. Quizá tenga que darle un par de retoques a algunos versos… La métrica no es la correcta, lo sé. Y hay alguna rima mejorable… ¡Pero oye! ¡Creo que los versos transmiten la esencia que busco!
Se carcajeó de nuevo, mientras avanzaba por el bosque sin ninguna dirección en concreta. Realmente, estaba más perdido que un Uzureño en com…
—¡Alto! —exclamó. Acababa de divisar un rastro. No es que tuviese mucho mérito. Eran cañas mordisqueadas que un shinobi con experiencia hubiese visto a kilómetros—. Mira ese rastro… —Inspiró con la nariz—. Y este olor… ¿Lo hueles? —En realidad, no olía nada, pero nunca estaba de más hacerse el entendido ante un compañero de Aldea—. Están cerca. Y son más de uno. —Como la primera mentira era pequeña, Datsue soltó otra más gorda. Pero… ¿Acaso las mentiras no pueden transformarse en verdad...?
Eso quería decir que todavía quedaba mucho trabajo por hacer. Y mucho tiempo que perder. Suspiró, resignado, mientras el Takanashi le preguntaba si tenía alguna otra duda sobre la misión.
Datsue se encogió de hombros.
—No… por el momento. —Empezó a silbar, aburrido, para finalmente cambiar de idea y canturrear un estribillo recién compuesto mientras atravesaba el bosque de bambúes en busca de los osos perdidos—. La nariz se me arruuuga, cuando pasa uno del Remoliiino. No huele a cerezo ni viiino, sino a glorioso ñordeeete —Datsue subía y bajaba al osezno entre sus brazos, como si estuviese cantándole una nana—. Porque si la Espiral fuese un cuuulo… ¡Uzushiogakure sería el OJEEEETE!
¿Te ha gustado? —preguntó al osezno, como si le entendiese, y tomó sus dos pequeñitas zarpas para golpearlas entre sí como si estuviese dando palmadas—. Vaya, ¿tanto te ha gustado? —se carcajeó—. Quizá tenga que darle un par de retoques a algunos versos… La métrica no es la correcta, lo sé. Y hay alguna rima mejorable… ¡Pero oye! ¡Creo que los versos transmiten la esencia que busco!
Se carcajeó de nuevo, mientras avanzaba por el bosque sin ninguna dirección en concreta. Realmente, estaba más perdido que un Uzureño en com…
—¡Alto! —exclamó. Acababa de divisar un rastro. No es que tuviese mucho mérito. Eran cañas mordisqueadas que un shinobi con experiencia hubiese visto a kilómetros—. Mira ese rastro… —Inspiró con la nariz—. Y este olor… ¿Lo hueles? —En realidad, no olía nada, pero nunca estaba de más hacerse el entendido ante un compañero de Aldea—. Están cerca. Y son más de uno. —Como la primera mentira era pequeña, Datsue soltó otra más gorda. Pero… ¿Acaso las mentiras no pueden transformarse en verdad...?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado