22/06/2016, 23:59
Por lo general, su empatía le hace compadecerse y entender a la gente, pero no encontraba la forma de comprender el actuar de Datsue. Por primera vez en mucho tiempo se dió el lujo de sonreir cuando escuchó el grito del niño, a su vez que una mueca que se hacía pasar por una media sonrisa se dejaba ver en su rostro.
—Ja, jajaja... JAJAJAJAJA JAJAJAJAJA— Nunca se había sentido tan bien al golpear a alguien, ni siquiera cuando hizo que Katsuo se mordiera la lengua. —Ay no, no... jajajaja— No podía dejar de reirse.
No le gusta burlarse de la gente, pero no pudo resistirse. Se seguía carcajeando como loco, pero el ataque de risa se fue tornando poco a poco en silencio cuando su euforia se vió embriagada por la culpa.
"Eso estuvo mal..."
Agachó la mirada cómo un perro regañado, no estaba en sus manos juzgarlo ni menos castigarlo, se había dejado llevar otra vez por el enojo y ahora ni siquiera podía verlo a los ojos, pues no tenía excusa alguna que fuera válida.
—...— Se quedó calllado sin responder.
Pronto un sonido le hizo alzar la vista, una especie de ladrido parecido al de un perro pero de forma más aguda. Talvez el Uchiha no lo reconociese pero el Takanashi sabía que ese sonido era el de un panda adulto, el cual probablemente había reaccionado ante el llanto del osezno.
"¿Será la madre?"
El monje no les había dado detalles sobre el parentesco que tenían los pandas, pero de algún lugar tenían que haber salido los pequeños. No quería iniciar una pelea, pero ahora todo dependía de que decisión tomase su compañero de aldea.
—Ja, jajaja... JAJAJAJAJA JAJAJAJAJA— Nunca se había sentido tan bien al golpear a alguien, ni siquiera cuando hizo que Katsuo se mordiera la lengua. —Ay no, no... jajajaja— No podía dejar de reirse.
No le gusta burlarse de la gente, pero no pudo resistirse. Se seguía carcajeando como loco, pero el ataque de risa se fue tornando poco a poco en silencio cuando su euforia se vió embriagada por la culpa.
"Eso estuvo mal..."
Agachó la mirada cómo un perro regañado, no estaba en sus manos juzgarlo ni menos castigarlo, se había dejado llevar otra vez por el enojo y ahora ni siquiera podía verlo a los ojos, pues no tenía excusa alguna que fuera válida.
—...— Se quedó calllado sin responder.
Pronto un sonido le hizo alzar la vista, una especie de ladrido parecido al de un perro pero de forma más aguda. Talvez el Uchiha no lo reconociese pero el Takanashi sabía que ese sonido era el de un panda adulto, el cual probablemente había reaccionado ante el llanto del osezno.
"¿Será la madre?"
El monje no les había dado detalles sobre el parentesco que tenían los pandas, pero de algún lugar tenían que haber salido los pequeños. No quería iniciar una pelea, pero ahora todo dependía de que decisión tomase su compañero de aldea.