23/06/2016, 03:36
Habiéndose librado de aquel mal recuerdo, la rubia no tenía ninguna otra excusa para seguir perdiendo su tiempo por aquellos lares, además que el tiempo seguía fluyendo y terminaría por alcanzarlas la noche si seguían así.
Por suerte la peliceleste tras limpiarse y hacer alguna última cosa ahí mismo en el bosque salió al encuentro con la de Taki que ya había limpiado la katana y la había guardado en su funda.
—Genial, una vez que lleguemos ya te dejo en paz. —Afirmó soltando una pequeña risita para intentar alivianar la tensión que se sentía en el ambiente.
Por mucho que la menor aparentara estar bien era sabido que el asunto le seguiría dando vueltas por la cabeza al igual que a Noemi, después de todo parecía ser que ninguna de las dos acostumbraba a ver cadáveres y mucho menos a hacerlos ellas mismas. Por lo menos con personas que tranquilamente podrían estar trabajando para mantener a sus familias y tal.
—De nuevo, gracias por la ayuda, Eri. —Dijo con el tono más agradable que halló para el momento.
Ambas kunoichis ya iban de camino, siguiendo las indicaciones de la menor no deberían de tardar demasiado, es más, a los ojos de la mayor ya se podía vislumbrar lo que probablemente serían los dojos pero ante la duda…
—Es ahí ¿No?
Por suerte la peliceleste tras limpiarse y hacer alguna última cosa ahí mismo en el bosque salió al encuentro con la de Taki que ya había limpiado la katana y la había guardado en su funda.
—Genial, una vez que lleguemos ya te dejo en paz. —Afirmó soltando una pequeña risita para intentar alivianar la tensión que se sentía en el ambiente.
Por mucho que la menor aparentara estar bien era sabido que el asunto le seguiría dando vueltas por la cabeza al igual que a Noemi, después de todo parecía ser que ninguna de las dos acostumbraba a ver cadáveres y mucho menos a hacerlos ellas mismas. Por lo menos con personas que tranquilamente podrían estar trabajando para mantener a sus familias y tal.
—De nuevo, gracias por la ayuda, Eri. —Dijo con el tono más agradable que halló para el momento.
Ambas kunoichis ya iban de camino, siguiendo las indicaciones de la menor no deberían de tardar demasiado, es más, a los ojos de la mayor ya se podía vislumbrar lo que probablemente serían los dojos pero ante la duda…
—Es ahí ¿No?