23/06/2016, 03:55
El pequeño panda saltó de la alegría y corrió hasta su madre soltando unos gruñidos tiernos a los que la osa respndió con una especie de balido. La cría empezaba a acurrucarse con su progenitora pero esta aún estaba en estado de alerta. La hembra bramó ante la presencia del niño y aunque tuviera a su cachorro entre las patas parecía seguir enojada, gruñendo y ladrando al Uchiha.
El Takanashi vió la escena y se tranquilizó al ver que no había pasado a mayores, pero ahora estaba el incoveniente de que debían atraerla junto a su hijo. La solución era simple pero díficil a la vez, si se ganaban la confianza de la osa se ganaban la de la cría y todo sería más fácil, el dilema estaba en que debían tranquilizar a un animal salvaje con garras y dientes que no les dejarían un buen recuerdo.
"Creo que no hay otra opción"
Se acercó con cautela y dejó parte de la carga en el suelo, la hembra le gruñó pero a él no le importó. Simplemente le ofreció la caña de azúcar como ofrenda y retrocedió. Poco antes Datsue había mencionado que los pandas sabían elegir a la gente, sin saber que su broma escondía algo de verdad. Tatsuya no solía agradarle ni siquiera a los animales, por lo que su mejor opción fue ofrecerle un poco de comida y si ella lo aceptaba quizás, sólo quizás se acercaría de nuevo para buscar más.
—Hmmhhh...— Suspiró esperando a ver que pasaba.
El Takanashi vió la escena y se tranquilizó al ver que no había pasado a mayores, pero ahora estaba el incoveniente de que debían atraerla junto a su hijo. La solución era simple pero díficil a la vez, si se ganaban la confianza de la osa se ganaban la de la cría y todo sería más fácil, el dilema estaba en que debían tranquilizar a un animal salvaje con garras y dientes que no les dejarían un buen recuerdo.
"Creo que no hay otra opción"
Se acercó con cautela y dejó parte de la carga en el suelo, la hembra le gruñó pero a él no le importó. Simplemente le ofreció la caña de azúcar como ofrenda y retrocedió. Poco antes Datsue había mencionado que los pandas sabían elegir a la gente, sin saber que su broma escondía algo de verdad. Tatsuya no solía agradarle ni siquiera a los animales, por lo que su mejor opción fue ofrecerle un poco de comida y si ella lo aceptaba quizás, sólo quizás se acercaría de nuevo para buscar más.
—Hmmhhh...— Suspiró esperando a ver que pasaba.