1/07/2016, 15:28
No llevaba en aquel lugar ni apenas media hora, disfrutando del paisaje y de la tranquilidad que le transmitía aquel ambiente, en el que se podía uno perder en sus pensamientos, aunque no siempre esto era una de las mejores ideas, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los pensamientos que le pasaban por la cabeza estaban relacionados con lo pasado en aquel evento, el Torneo de los Dojos.
El frío se dejaba notar con intensidad, en más de una ocasión tuvo que colocarse las manos bajo las axilas, permitiendo que estas entraran de nuevo en calor antes de seguir jugando con la arena, cogiendo un puñado y soltándolo dejando que el viento la arrastrara, aunque fuera algo infantil, le ayudaba a distraerse.
Y de repente, la calma desapareció. Riko notó como llegaba gente, no muy lejos de donde él estaba situado, pero no le dio importancia, ni si quiera se giró para ver si era alguien conocido, simplemente se quedó allí parado, mirando el mar, si era algún amigo, no tardaría en identificar a Riko, no hay mucha gente con ese pelo en la Villa.
—Mira…hay un sujeto allí, Podrías decirle amablemente… ¡QUE SE QUITE, QUE ME ESTORBA EL PAISAJE! — Mientras jalaba del abrigo gris de Haze, sacándolo de su trance.
No se lo podía creer, aquella gente, sin ningún tipo de reparo, estaba hablando de echarle del lugar, ni si quiera se habían dado cuenta de que, a la poca distancia que se encontraban, el rastas podía escucharlos perfectamente. Al parecer eran dos personas, y una de ellas parecía tener cierto nivel de mando sobre la otra.
—Usted señor...— Dijo hana, aun tras el Lienzo, al sujeto sentado en la orilla...
— Lo siento, no me voy a mover de aquí, si molesto, muévete hacia un lado tú. — Contestó Riko de manera seca, sin si quiera volverse para mirar a quienes trataban de echarle de donde se encontraba sentado tranquilamente.
El frío se dejaba notar con intensidad, en más de una ocasión tuvo que colocarse las manos bajo las axilas, permitiendo que estas entraran de nuevo en calor antes de seguir jugando con la arena, cogiendo un puñado y soltándolo dejando que el viento la arrastrara, aunque fuera algo infantil, le ayudaba a distraerse.
Y de repente, la calma desapareció. Riko notó como llegaba gente, no muy lejos de donde él estaba situado, pero no le dio importancia, ni si quiera se giró para ver si era alguien conocido, simplemente se quedó allí parado, mirando el mar, si era algún amigo, no tardaría en identificar a Riko, no hay mucha gente con ese pelo en la Villa.
—Mira…hay un sujeto allí, Podrías decirle amablemente… ¡QUE SE QUITE, QUE ME ESTORBA EL PAISAJE! — Mientras jalaba del abrigo gris de Haze, sacándolo de su trance.
No se lo podía creer, aquella gente, sin ningún tipo de reparo, estaba hablando de echarle del lugar, ni si quiera se habían dado cuenta de que, a la poca distancia que se encontraban, el rastas podía escucharlos perfectamente. Al parecer eran dos personas, y una de ellas parecía tener cierto nivel de mando sobre la otra.
—Usted señor...— Dijo hana, aun tras el Lienzo, al sujeto sentado en la orilla...
— Lo siento, no me voy a mover de aquí, si molesto, muévete hacia un lado tú. — Contestó Riko de manera seca, sin si quiera volverse para mirar a quienes trataban de echarle de donde se encontraba sentado tranquilamente.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»