3/07/2016, 20:41
Allí estaba el albino, revisando los libros de la estantería que la kunoichi acababa de atravesar aunque ella al menos no se había logrado dar el lujo de averiguar el tipo de libros que allí habían así que no podía cuestionarle nada. ~Pero seguro será porno. ~Pensaba la pelirroja mientras buscaba el soporte con los pies y finalmente lo halló. El único problema era que tenía que arreglárselas para salir y le daba cierto miedo hacerlo por detrás puesto que no veía nada.
Tras descartar una de las dos posibilidades que tenía, Ritsuko comenzó a avanzar como podía, un par de libros más que se habían depositado sobre su trasero ya que los que les servían de soporte los había mandado bien lejos con el impacto.
—¡Pues ayuda! —Respondió de mala gana al albino ante esos comentarios.
La kunoichi siguió con su lucha ignorando que el librero no era lo suficientemente pesado como para mantenerse quieto en su lugar y cuando ella se pensó que estaba avanzando resultó ser que efectivamente, ¡avanzaba! Pero con librero incluido y por obvios motivos, la lluvia de libros se hizo inminente, sin mencionar que la estantería en la que Ritsuko estaba golpeó de lleno a la que tenía de frente y esta a la de delante y así sucesivamente como un dominó.
¿La chica? Llegó a extender las manos y apoyarse en el piso, por lo que el librero no le hizo absolutamente ningún daño y ella quedó parada de manos aunque no tardó nada en perder el equilibrio y caerse sin provocarse daños.
—Madre santa… —Soltó en cuanto se vio capaz de alzar la vista hacia la catástrofe bibliotecaria que acababa de desatar.
~Mejor me voy. ~Pensó mientras se las arreglaba para ponerse de pie y si nadie ni nada la detenía saldría corriendo por la misma puerta por la que había ingresado, después de todo, lo que acababa de hacer fue justamente por ayudar a un par de guardias que no pudieron hacer su trabajo por sus propios medios así que debería de estar justificada.
~¡Tardaría la vida en acomodar todos los libros!
Tras descartar una de las dos posibilidades que tenía, Ritsuko comenzó a avanzar como podía, un par de libros más que se habían depositado sobre su trasero ya que los que les servían de soporte los había mandado bien lejos con el impacto.
—¡Pues ayuda! —Respondió de mala gana al albino ante esos comentarios.
La kunoichi siguió con su lucha ignorando que el librero no era lo suficientemente pesado como para mantenerse quieto en su lugar y cuando ella se pensó que estaba avanzando resultó ser que efectivamente, ¡avanzaba! Pero con librero incluido y por obvios motivos, la lluvia de libros se hizo inminente, sin mencionar que la estantería en la que Ritsuko estaba golpeó de lleno a la que tenía de frente y esta a la de delante y así sucesivamente como un dominó.
¿La chica? Llegó a extender las manos y apoyarse en el piso, por lo que el librero no le hizo absolutamente ningún daño y ella quedó parada de manos aunque no tardó nada en perder el equilibrio y caerse sin provocarse daños.
—Madre santa… —Soltó en cuanto se vio capaz de alzar la vista hacia la catástrofe bibliotecaria que acababa de desatar.
~Mejor me voy. ~Pensó mientras se las arreglaba para ponerse de pie y si nadie ni nada la detenía saldría corriendo por la misma puerta por la que había ingresado, después de todo, lo que acababa de hacer fue justamente por ayudar a un par de guardias que no pudieron hacer su trabajo por sus propios medios así que debería de estar justificada.
~¡Tardaría la vida en acomodar todos los libros!