20/05/2015, 18:56
(Última modificación: 20/05/2015, 18:56 por Sasagani Yota.)
-Más vale prevenir que curar- respondí con el semblante extremadamente serio.
Lo cierto es que podía sentir que la cosa se estaba empezando a antojar aburrida no, lo siguiente. Lo de tomarse algo en aquella terraza estaba muy bien, pero cuando llevabas ya un rato ya no sabías ni que tema sacar a la conversación ni que pose tomar para no clavarte los hierros que conformaban aquella silla.
Suspiré por lo bajo.
-La verdad es que nunca lo sabremos, bueno sí, cuando me alcance lo sabremos.-
Y eso es lo que esperaba, que me encontrase por si misma y no que la tuviese que encontrar yo. Me daba pereza corretearme las calles de aquella aldea gigantesca cuando sabía que ella estaba haciendo lo propio. Tarde o temprano acabaría por dar conmigo.
-¿Lo suficiente? ¿Lo suficiente para qué?- respondí algo confuso ante la decepción de mi interlocutor.
Aquel tipo era de lo más extraño. A cada minuto me sorprendía con algo nuevo, pero en aquella última ocasión logró captar toda mi atención. No me solía gustar que me dejasen a medias tintas y necesitaba saber a qué se había referido con ese "suficiente". Lo que era una obviedad es que algo tenía en mente.
-Quita, quita- dije con un movimiento de manos de desaprobación -Si eso salda tus deudas con la camarera y vamos a dar una vuelta, pero olvídate de lo de mi madre, extranjero-
Por dios, lo que me faltaba, ahora el tipo se moría de ganas de ver a mi madre... Nada de eso. Sabía que las cosas podrían ponerse feas de ser así; no terminaba de fiarme del Yoshimitsu y sabía de la labia de mamá. Era preferible que fuese yo el que le enseñase Yamiria al extranjero.
Lo cierto es que podía sentir que la cosa se estaba empezando a antojar aburrida no, lo siguiente. Lo de tomarse algo en aquella terraza estaba muy bien, pero cuando llevabas ya un rato ya no sabías ni que tema sacar a la conversación ni que pose tomar para no clavarte los hierros que conformaban aquella silla.
Suspiré por lo bajo.
-La verdad es que nunca lo sabremos, bueno sí, cuando me alcance lo sabremos.-
Y eso es lo que esperaba, que me encontrase por si misma y no que la tuviese que encontrar yo. Me daba pereza corretearme las calles de aquella aldea gigantesca cuando sabía que ella estaba haciendo lo propio. Tarde o temprano acabaría por dar conmigo.
-¿Lo suficiente? ¿Lo suficiente para qué?- respondí algo confuso ante la decepción de mi interlocutor.
Aquel tipo era de lo más extraño. A cada minuto me sorprendía con algo nuevo, pero en aquella última ocasión logró captar toda mi atención. No me solía gustar que me dejasen a medias tintas y necesitaba saber a qué se había referido con ese "suficiente". Lo que era una obviedad es que algo tenía en mente.
-Quita, quita- dije con un movimiento de manos de desaprobación -Si eso salda tus deudas con la camarera y vamos a dar una vuelta, pero olvídate de lo de mi madre, extranjero-
Por dios, lo que me faltaba, ahora el tipo se moría de ganas de ver a mi madre... Nada de eso. Sabía que las cosas podrían ponerse feas de ser así; no terminaba de fiarme del Yoshimitsu y sabía de la labia de mamá. Era preferible que fuese yo el que le enseñase Yamiria al extranjero.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa