6/07/2016, 04:17
"¿Desde cúando el Henge sirve para eso?
Sí, era un jutsu que él no conocía, pero estaba seguro de que la técnica no funcionaba de esa manera al ver cómo el elástico que usaba Datsue para sujetar su pelo se había convertido en una caña de azúcar de proporciones bíblicas. Poco importaba, tenía un buen cebo y Kumaneko estaba medianamente interesado en él. Estaba dudoso, había un gran fallo con la técnica: el olor no cambiaba, sin el característico olor dulce no podría atraerlo. Al final, el panda volteó la cara y bostezó, quedándose acostado otra vez en la nieve.
—Casi
Tatsuya suspiró, debían pensar en otra cosa, no había que tirar la toalla aún.
El Takanashi se dejó caer y se recostó encima del panda, su panza era bastante peludita y suavecita. Empezó a meditar, él mismo sabía mucho sobre pandas, más de algo debía ayudarles. Trataba de recordar algún dato útil, pero no encontraba nada.
"Los pandas son mamíferos del orden de los ursinos, a pesar de tener un sistema digestivo propio de los carnívoros su dieta se basa principalmente en el bambú, del cual apenas pueden digerir el 17% de lo que comen, por eso deben consumir grandes cantidades. No me extraña que arrasara con todos los alrededores. Son ágiles y pueden trepar con fácilidad, vaya si no. Los pandas no ibernan, en invierno bajan a terreno bajo en busca de alimento, pues no soportan las bajas temperaturas. En general no son agresivos, sino más bien tímidos, ni siquiera entre ellos se agreden de gravedad, no pasan de simples forcejeos. Pueden comer a veces roedores y aves, además de carroña en general si se la encuentran y... y... No se me ocurre nada"
Seguía ahí echado encima del felpudo oso, quebrándose el coco, pero nada de la información que tenía le daba ideas.
Sí, era un jutsu que él no conocía, pero estaba seguro de que la técnica no funcionaba de esa manera al ver cómo el elástico que usaba Datsue para sujetar su pelo se había convertido en una caña de azúcar de proporciones bíblicas. Poco importaba, tenía un buen cebo y Kumaneko estaba medianamente interesado en él. Estaba dudoso, había un gran fallo con la técnica: el olor no cambiaba, sin el característico olor dulce no podría atraerlo. Al final, el panda volteó la cara y bostezó, quedándose acostado otra vez en la nieve.
—Casi
Tatsuya suspiró, debían pensar en otra cosa, no había que tirar la toalla aún.
El Takanashi se dejó caer y se recostó encima del panda, su panza era bastante peludita y suavecita. Empezó a meditar, él mismo sabía mucho sobre pandas, más de algo debía ayudarles. Trataba de recordar algún dato útil, pero no encontraba nada.
"Los pandas son mamíferos del orden de los ursinos, a pesar de tener un sistema digestivo propio de los carnívoros su dieta se basa principalmente en el bambú, del cual apenas pueden digerir el 17% de lo que comen, por eso deben consumir grandes cantidades. No me extraña que arrasara con todos los alrededores. Son ágiles y pueden trepar con fácilidad, vaya si no. Los pandas no ibernan, en invierno bajan a terreno bajo en busca de alimento, pues no soportan las bajas temperaturas. En general no son agresivos, sino más bien tímidos, ni siquiera entre ellos se agreden de gravedad, no pasan de simples forcejeos. Pueden comer a veces roedores y aves, además de carroña en general si se la encuentran y... y... No se me ocurre nada"
Seguía ahí echado encima del felpudo oso, quebrándose el coco, pero nada de la información que tenía le daba ideas.