6/07/2016, 21:17
—Qué imagen más… —tardó un rato en encontrar la palabra adecuada—, tierna. Empalagoso, incluso.
Finalmente, Datsue había dado con ellos dos. Se acurrucaban bajo el cobijo de unas enormes rocas, puestas en diagonal, y ambos parecían estar profundamente dormidos.
—Y después soy yo el dormilón —se quejó. Entonces, al verlos allí dormidos, un recuerdo llegó a la mente del Uchiha. Unas palabras, pronunciadas semanas atrás por un hombre al que odiaba. El contacto con el collar se volvió más frío. Sacó la figura del Baku al exterior y contempló sus ojos, en forma de Sharingan—. Un poder para ver los sueños de los demás, ¿eh? —Todavía no sabía si creérselo o no—. Solo hay una opción para saberlo, supongo…
Sus ojos se tiñeron de rojo y redujo la distancia que había entre aquellos dos tortolitos. La cuestión era, ¿a cuál de los dos elegía? Quizá el sueño del oso le diese algún tipo de pista, algún tipo de deseo oculto que le ayudase a atraerle de vuelta al pueblo. Con Tatsuya, en cambio, saciaría su curiosidad por saber qué soñaba un tipo como él. Y además así podría vengarse…
Pero dígase una cosa de Uchiha Datsue: por encima de todo, ama el dinero.
Ya habrá tiempo para venganzas. Toda una vida…
Observó el cuerpo enorme del oso con su Sharingan. Su respiración, lenta y profunda. El lento bajar y subir de su pecho. De pronto, un brillo en el collar le sorprendió, y acto seguido se desplomó en el suelo, sin que pudiese hacer nada por evitarlo, inconsciente.
Y es que su consciencia volaba muy lejos de allí, rumbo al mundo onírico del Gran Kumaneko…
Finalmente, Datsue había dado con ellos dos. Se acurrucaban bajo el cobijo de unas enormes rocas, puestas en diagonal, y ambos parecían estar profundamente dormidos.
—Y después soy yo el dormilón —se quejó. Entonces, al verlos allí dormidos, un recuerdo llegó a la mente del Uchiha. Unas palabras, pronunciadas semanas atrás por un hombre al que odiaba. El contacto con el collar se volvió más frío. Sacó la figura del Baku al exterior y contempló sus ojos, en forma de Sharingan—. Un poder para ver los sueños de los demás, ¿eh? —Todavía no sabía si creérselo o no—. Solo hay una opción para saberlo, supongo…
Sus ojos se tiñeron de rojo y redujo la distancia que había entre aquellos dos tortolitos. La cuestión era, ¿a cuál de los dos elegía? Quizá el sueño del oso le diese algún tipo de pista, algún tipo de deseo oculto que le ayudase a atraerle de vuelta al pueblo. Con Tatsuya, en cambio, saciaría su curiosidad por saber qué soñaba un tipo como él. Y además así podría vengarse…
Pero dígase una cosa de Uchiha Datsue: por encima de todo, ama el dinero.
Ya habrá tiempo para venganzas. Toda una vida…
Observó el cuerpo enorme del oso con su Sharingan. Su respiración, lenta y profunda. El lento bajar y subir de su pecho. De pronto, un brillo en el collar le sorprendió, y acto seguido se desplomó en el suelo, sin que pudiese hacer nada por evitarlo, inconsciente.
Y es que su consciencia volaba muy lejos de allí, rumbo al mundo onírico del Gran Kumaneko…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado