7/07/2016, 01:08
Estaba en los alrededores de Kuroshiro, caminaba curioso entre una obra a medio hacer. Aparentemente estaba talando los árboles para construir un nuevo local, sin embargo a esa hora de la noche ya no había trabajadores por el área. Entre la flora destacaba un peral que aún no habia sido derribado, pero en los bosques de bambú no debía haber árboles de peras. Un pequeño Tatsuya se encontraba perdido en la oscuridad cuando vió a un niño de su misma edad llorando a los pies del árbol de especie exótica.
"Algo no esta bien..."
El de ojos dispares versión miniatura se acercó para tenderle una mano, y lo que recibió a cambio fue un puñetazo en el estómago seguido de un rodillazo en la mandíbula. Cuando cayó al suelo sintió como pateaba el piso, echándole nieve en la cara. Pero la nieve era demasiado fría para ser un simple sueño. El espadachín se sacudió el rostro y fue cuando vió a un Datsue parado frente a él. Humillado en el sueño, humillado en el mundo real.
—¡Argh, puaj, chuj!— Se quitaba la nieva de la cara, intentó levantarse, pero el peso del brazo del oso no le dejaba moverse —Hmmm, parece que no me va a dejar ir, jeje— Su plan había resultado.
No pensó en reclamarle a Datsue por la forma tan salvaje de devolverle a la realidad, pues al menos esta vez el Uchiha no había usado alguno de sus planes locos para intentar guiar al panda, habría arruinado la artimaña.
—Creo que he logrado que se encariñe conmigo, si trato de alejarme de él seguro podrémos llevarlo de regreso y...— No estaba consciente de lo que eso implicaba.
"Algo no esta bien..."
El de ojos dispares versión miniatura se acercó para tenderle una mano, y lo que recibió a cambio fue un puñetazo en el estómago seguido de un rodillazo en la mandíbula. Cuando cayó al suelo sintió como pateaba el piso, echándole nieve en la cara. Pero la nieve era demasiado fría para ser un simple sueño. El espadachín se sacudió el rostro y fue cuando vió a un Datsue parado frente a él. Humillado en el sueño, humillado en el mundo real.
—¡Argh, puaj, chuj!— Se quitaba la nieva de la cara, intentó levantarse, pero el peso del brazo del oso no le dejaba moverse —Hmmm, parece que no me va a dejar ir, jeje— Su plan había resultado.
No pensó en reclamarle a Datsue por la forma tan salvaje de devolverle a la realidad, pues al menos esta vez el Uchiha no había usado alguno de sus planes locos para intentar guiar al panda, habría arruinado la artimaña.
—Creo que he logrado que se encariñe conmigo, si trato de alejarme de él seguro podrémos llevarlo de regreso y...— No estaba consciente de lo que eso implicaba.