10/07/2016, 23:09
La peliblanca empezaba a entender que el nombre de Pais de la Lluvia no era algo elegido al azar. Apenas cruzó la frontera, acompañada de Sasaki Shiro, la lluvia se unió a ellos como un compañero más de viaje.
Al menos ahora podía contemplar bajo el tejado de un pequeño restaurante de carretera a las puertas de Shinogi-To, no era el lugar más caliente o cómodo del universo, pero sin lugar a dudas era mejor que estar bajo aquel manto de agua incesante. El local era apenas un rectángulo cerrado, ocupado en la mayor parte por la cocina y la barra, unos cuantos de taburetes y una porche exterior compuesto por dos mesas alargadas con bancos como asientos.
Sobre uno de ellos, junto a la puerta del establecimiento, se encontraba la Hyuga oculta bajo un pesado chubasquero de color negro para resguardarse del viento cortante aunque se había permitido el lujo de quitarse la capucha mientras disfrutaba de su té caliente.
"¿Parará alguna vez?" se preguntaba la joven peliblanca que había apoyado sus pies sobre el borde de la mesa, de manera que quedaba entre la mesa y la pared de la manera más cómoda que había encontrado "Al menos un poco... incluso en invierno, en Kusabi hay días sin ventisca... ¿quizás sea la estación de la lluvia?"
Amparada de la lluvia, Mitsuki se permitía el lujo de mantener su mente ocupada en la lluvia pues otros asuntos menos agradables la habían traído hasta allí. El Sr Hayashi y Sasaki-senpai, se estaban ocupando de su educación y aquella visita formaba parte de su instrucción. Hasta ahora, Mitsuki, había conocido a la cream de la sociedad. Gente importante, bien vista por el resto sin embargo, ahora debía de adentrarse entre las sombras. Allí habría muchas más posibilidades de encontrar lo que todos estaban buscando, aunque de momento ni siquiera habían encontrado una sola pista.
Al menos ahora podía contemplar bajo el tejado de un pequeño restaurante de carretera a las puertas de Shinogi-To, no era el lugar más caliente o cómodo del universo, pero sin lugar a dudas era mejor que estar bajo aquel manto de agua incesante. El local era apenas un rectángulo cerrado, ocupado en la mayor parte por la cocina y la barra, unos cuantos de taburetes y una porche exterior compuesto por dos mesas alargadas con bancos como asientos.
Sobre uno de ellos, junto a la puerta del establecimiento, se encontraba la Hyuga oculta bajo un pesado chubasquero de color negro para resguardarse del viento cortante aunque se había permitido el lujo de quitarse la capucha mientras disfrutaba de su té caliente.
"¿Parará alguna vez?" se preguntaba la joven peliblanca que había apoyado sus pies sobre el borde de la mesa, de manera que quedaba entre la mesa y la pared de la manera más cómoda que había encontrado "Al menos un poco... incluso en invierno, en Kusabi hay días sin ventisca... ¿quizás sea la estación de la lluvia?"
Amparada de la lluvia, Mitsuki se permitía el lujo de mantener su mente ocupada en la lluvia pues otros asuntos menos agradables la habían traído hasta allí. El Sr Hayashi y Sasaki-senpai, se estaban ocupando de su educación y aquella visita formaba parte de su instrucción. Hasta ahora, Mitsuki, había conocido a la cream de la sociedad. Gente importante, bien vista por el resto sin embargo, ahora debía de adentrarse entre las sombras. Allí habría muchas más posibilidades de encontrar lo que todos estaban buscando, aunque de momento ni siquiera habían encontrado una sola pista.