11/07/2016, 21:32
Mitsuki disfrutaba apaciblemente de su té, mientras allí fuera la lluvia seguía arreciando con la misma o mayor fuerza si cabe.
"Parece que no parará..." dio un largo sorbo a su té "Bueno, no importa... aún es temprano"
Buscando algo con lo que distraerse, se topó con una chica de más o menos su edad que acababa de llegar. La muchacha parecía desconocer lo que era un paraguas o un chubasquero, o al menos su utilidad pues venía totalmente empapada. Casi como si la acabasen de sacar de la corriente de un río, aunque tampoco parecía importarle demasiado. Ni siquiera se preocupo de escurrir sus blancos cabellos. Las miradas de ambas se encontraron un instante mientras la recién llegada pasaba hasta el interior de la venta de carretera.
"Tengo la sensación de que la he visto en algún sitio antes" no sabía muy bien por qué, pero la cara de esa muchacha le resultaba increíblemente familiar "pero no soy capaz de situarla bien..."
Al poco rato, la chica volvió a salir para sentarse en la banca que quedaba libre al otro lado de la puerta. Sin dudarlo, sacó un cigarrillo y se puso a fumar tranquilamente.
[color=violet]"Pero si debe de tener casi mi edad..." le echo una fugaz mirada de desaprobación antes de volver a su té y al horizonte lluvioso "Tampoco debería importarme tanto... si quiere poner en riesgo su salud..." mientras ella se dedicaba a elaborar una lista de los contras de fumar, un chico de unos ocho años irrumpió en el porche.
Era apenas un niño, pelado a tazón, vestido con una vieja camisa que casi parecía un saco pues le estaba grande, unos pantalones cortos llenos de agujeros y una chanclas, el pobre chiquillo iba totalmente empapado y cabizbajo. Caminaba arrastrando los pies
"Pobre niño..." la peliblanca dejó escapar un suspiro pero no podía hacer nada por él, Sasaki le había dejado bien claro que no tenía que llamar la atención. Su objetivo allí era otro, inmiscuirse en problemas ajenos no entraba en la hoja de ruta.
El chico atravesó todo el porche y se adentró en la venta.
"No hay justicia en este mundo... ver un niño así... me parte el alma..." se lamentaba la peliblanca mientras daba otro sorbo a su té
La tranquilidad del lugar se vio interrumpida por un fuerte grito
—¡¿COMO QUE NO HAS CONSEGUIDO HOY NADA?!— seguido de un fuerte golpe que parecía que acabase de partir una mesa —¡PUTO NIÑATO INUTIL! ¡¿AHORA QUE LE DIGO AL OYABUN?!—
—¡Lo siento papá, la guardia!— trató de explicarse el crío
—¡NO ME VENGAS CON EXCUSAS!—de nuevo se escuchó un fuerte golpe, tras el sonido salió volando el chico desde la puerta para quedar en mitad del porche
"¡¿Qué...?!" la joven se quedó de piedra al ver al niño volar como si fuese un piedra para terminar cayendo de espaldas, quedándose allí tumbado mientras sangraba por la nariz
La de kusabi giró la cabeza hacia su izquierda para ver en el umbral de la puerta a un hombre de unos cuarenta años, bastante alto pero muy canijo, vestido de manera bastante decente con un kimono azul, cuando se adelantó unos pasos más hacia el niño se pudo ver que en la espalda tenía un símbolo negro con la cabeza de una vaca. En el cinto del kimono, llevaba lo que parecía un bokuto
—¡ERES UN JODIDO INÚTIL!— el tipo se agachó y levantó al niño por el cuello de la camisa —¡DEBÍ HABERTE DEJADO CON LA PUTA DE TU MADRE!— se lamentó el tipo antes de volver a lanzar al chico esta vez al barro, fuera del porche —¡VOY A TENER QUE DARTE UNA NUEVA LECCIÓN, ES POR TU BIEN CHICO!— empuñó el bogu ante la atenta mirada de todos los presentes, aunque ninguno parecía tener la más mínima intención de intervenir a pesar de que el niño no podía ni siquiera mover
"Se lo prometí a Sasaki..." la joven apretaba los puños con todas sus fuerzas, había prometido no intervenir viese lo que viese pero aquello estaba sobrepasando sus fuerzas "pero... no puedo permitir esto"
"Parece que no parará..." dio un largo sorbo a su té "Bueno, no importa... aún es temprano"
Buscando algo con lo que distraerse, se topó con una chica de más o menos su edad que acababa de llegar. La muchacha parecía desconocer lo que era un paraguas o un chubasquero, o al menos su utilidad pues venía totalmente empapada. Casi como si la acabasen de sacar de la corriente de un río, aunque tampoco parecía importarle demasiado. Ni siquiera se preocupo de escurrir sus blancos cabellos. Las miradas de ambas se encontraron un instante mientras la recién llegada pasaba hasta el interior de la venta de carretera.
"Tengo la sensación de que la he visto en algún sitio antes" no sabía muy bien por qué, pero la cara de esa muchacha le resultaba increíblemente familiar "pero no soy capaz de situarla bien..."
Al poco rato, la chica volvió a salir para sentarse en la banca que quedaba libre al otro lado de la puerta. Sin dudarlo, sacó un cigarrillo y se puso a fumar tranquilamente.
[color=violet]"Pero si debe de tener casi mi edad..." le echo una fugaz mirada de desaprobación antes de volver a su té y al horizonte lluvioso "Tampoco debería importarme tanto... si quiere poner en riesgo su salud..." mientras ella se dedicaba a elaborar una lista de los contras de fumar, un chico de unos ocho años irrumpió en el porche.
Era apenas un niño, pelado a tazón, vestido con una vieja camisa que casi parecía un saco pues le estaba grande, unos pantalones cortos llenos de agujeros y una chanclas, el pobre chiquillo iba totalmente empapado y cabizbajo. Caminaba arrastrando los pies
"Pobre niño..." la peliblanca dejó escapar un suspiro pero no podía hacer nada por él, Sasaki le había dejado bien claro que no tenía que llamar la atención. Su objetivo allí era otro, inmiscuirse en problemas ajenos no entraba en la hoja de ruta.
El chico atravesó todo el porche y se adentró en la venta.
"No hay justicia en este mundo... ver un niño así... me parte el alma..." se lamentaba la peliblanca mientras daba otro sorbo a su té
La tranquilidad del lugar se vio interrumpida por un fuerte grito
—¡¿COMO QUE NO HAS CONSEGUIDO HOY NADA?!— seguido de un fuerte golpe que parecía que acabase de partir una mesa —¡PUTO NIÑATO INUTIL! ¡¿AHORA QUE LE DIGO AL OYABUN?!—
—¡Lo siento papá, la guardia!— trató de explicarse el crío
—¡NO ME VENGAS CON EXCUSAS!—de nuevo se escuchó un fuerte golpe, tras el sonido salió volando el chico desde la puerta para quedar en mitad del porche
"¡¿Qué...?!" la joven se quedó de piedra al ver al niño volar como si fuese un piedra para terminar cayendo de espaldas, quedándose allí tumbado mientras sangraba por la nariz
La de kusabi giró la cabeza hacia su izquierda para ver en el umbral de la puerta a un hombre de unos cuarenta años, bastante alto pero muy canijo, vestido de manera bastante decente con un kimono azul, cuando se adelantó unos pasos más hacia el niño se pudo ver que en la espalda tenía un símbolo negro con la cabeza de una vaca. En el cinto del kimono, llevaba lo que parecía un bokuto
—¡ERES UN JODIDO INÚTIL!— el tipo se agachó y levantó al niño por el cuello de la camisa —¡DEBÍ HABERTE DEJADO CON LA PUTA DE TU MADRE!— se lamentó el tipo antes de volver a lanzar al chico esta vez al barro, fuera del porche —¡VOY A TENER QUE DARTE UNA NUEVA LECCIÓN, ES POR TU BIEN CHICO!— empuñó el bogu ante la atenta mirada de todos los presentes, aunque ninguno parecía tener la más mínima intención de intervenir a pesar de que el niño no podía ni siquiera mover
"Se lo prometí a Sasaki..." la joven apretaba los puños con todas sus fuerzas, había prometido no intervenir viese lo que viese pero aquello estaba sobrepasando sus fuerzas "pero... no puedo permitir esto"