13/07/2016, 01:18
Hmm, tienes razón – tercio los labios mientras pensaba en las palabras del Shinobi – supongo que lo mejor será dejarlo aquí – la castaña continuo amarrando los pies y las manos de los sujetos, haciendo nudos fuertes para que estos no lograran desatarse, también, imitando las acciones de Tatsuya, retiro de los bolsillos de los matones todo cuanto pudieran usar para liberarse, quedándose con algunas cosas que creyó les serian de utilidad después.
Sonrió divertida ante el asombro que Tatsuya demostró en su pregunta, después de que la escucharla hablar tan despreocupadamente respecto al situación en la que todos estaban metidos – No es como si preocupándome fuera a cambiar algo–se rasco tras la nuca mientras reía un tanto apenada – Solo se me ocurre pensar en alguna escusa o simplemente ser sincera…aunque no creo que la honestidad sea la mejor opción en esta situación –concluyo la jovencita levantándose tras culminar con su labor.
Siguió al muchacho hasta la entrada del lugar y se detuvo cuando este lo hizo, mientras les hablaba a los hermanos e la pequeña cabecita de la Kunoichi comenzaron a formularse un sinfín de preguntas ¿podrían encontrar la fábrica en cuestión? ¿Lograrían liberar a las personas que este tenía en contra de su voluntad en dicho lugar? Nonoha frunció el ceño ligeramente mientras intentaba dar respuesta a todos esas incógnitas que se arremolinaban en su mente y no la dejaban pensar.
Contamos con ustedes –les regalo una sonrisa y estirando una mano le dio un tirón a las ropas del pelinegro, jalando consigo fuera del recinto para ponerse en marcha. Debían darse prisa y encontrar la supuesta fábrica, sin embargo aun cuando la castaña hubiese visto alguna, por su mala orientación no la encontrarían jamás – Esto tardara un poco –se llevó una mano al estómago mientras hacía muecas – tengo hambre…
Las golosinas que había comido tiempo atrás no habían sido suficientes, su estómago ahora le reclamaba comida nuevamente, pero sabía que si deseaba llevarse un bocado a la boca primero tendrían que resolver el problema que tenían entre manos.
- y bien ¿donde comenzamos a buscar? -pregunto mientras daba un par de vueltitas en su propio eje, observando a su alrededor. La nieve ahora era mucho mas constante, el suelo bajo sus pies ahora se teñía de blanco por la delgada capa que se había formado con el pasar de los minutos.
Sonrió divertida ante el asombro que Tatsuya demostró en su pregunta, después de que la escucharla hablar tan despreocupadamente respecto al situación en la que todos estaban metidos – No es como si preocupándome fuera a cambiar algo–se rasco tras la nuca mientras reía un tanto apenada – Solo se me ocurre pensar en alguna escusa o simplemente ser sincera…aunque no creo que la honestidad sea la mejor opción en esta situación –concluyo la jovencita levantándose tras culminar con su labor.
Siguió al muchacho hasta la entrada del lugar y se detuvo cuando este lo hizo, mientras les hablaba a los hermanos e la pequeña cabecita de la Kunoichi comenzaron a formularse un sinfín de preguntas ¿podrían encontrar la fábrica en cuestión? ¿Lograrían liberar a las personas que este tenía en contra de su voluntad en dicho lugar? Nonoha frunció el ceño ligeramente mientras intentaba dar respuesta a todos esas incógnitas que se arremolinaban en su mente y no la dejaban pensar.
Contamos con ustedes –les regalo una sonrisa y estirando una mano le dio un tirón a las ropas del pelinegro, jalando consigo fuera del recinto para ponerse en marcha. Debían darse prisa y encontrar la supuesta fábrica, sin embargo aun cuando la castaña hubiese visto alguna, por su mala orientación no la encontrarían jamás – Esto tardara un poco –se llevó una mano al estómago mientras hacía muecas – tengo hambre…
Las golosinas que había comido tiempo atrás no habían sido suficientes, su estómago ahora le reclamaba comida nuevamente, pero sabía que si deseaba llevarse un bocado a la boca primero tendrían que resolver el problema que tenían entre manos.
- y bien ¿donde comenzamos a buscar? -pregunto mientras daba un par de vueltitas en su propio eje, observando a su alrededor. La nieve ahora era mucho mas constante, el suelo bajo sus pies ahora se teñía de blanco por la delgada capa que se había formado con el pasar de los minutos.