13/07/2016, 18:48
—¡Puaj! ¡Ahg!— El sabor a tierra inundó su boca y el sabor a fracaso también.
Trató de poner sus brazos para proteger su rostro, pero aún así el polvo se le terminó metiendo en los orificios nasales además de su boca y parte de los dolientes que rondaban por la zona se percataron de su extraña actuación. Algunos de los transeúntes se le quedaron viendo y murmuraban sobre lo que había pasado, otros tantos ni siquiera se tomaron la molestia de ser discretos y se rieron de él.
"Mirémoslo por el lado amable, al menos le alegre el día a alguien"
Poco a poco se fue incorporando, estando de pie se cercioro de no tener ningún raspón y luego procedió a sacudirse las ropas. Al parecer entrenar en medio del lago no había sido la mejor de sus ideas, no al menos rodeado de gente, le resulta incómodo ser el centro de atención y si seguía así sólo terminaría por atraer más miradas indeseadas. Sin embargo aún estaba aburrido y no sabía con que entretenerse, se arregló la capa de nuevo para cubrirse el rostro, acomodó su salvaje cabellera y medio se compuso el fleco que del lado derecho tapaba por completo su orbe negro.
Se fue a dar una vuelta mientras meditaba que era lo que pudo haber salido mal con el jutsu.
"Creo que estoy forzando la técnica al aplicar demasiado chakra, tendré que buscar una manera de hacerla más estable. Aunque bien podría ser que simplemente necesito concentrarme más y dominarlo"
Mientras paseaba una extraña figura captó su atención, una familiar silueta gris que le recordaba un oscuro lugar en el País del Bosque. Aquellos ojos grises, aquellos cabellos blancos, y si todavía había dudas la majestuosa espada se encargaba de disiparlas. Era imposible olvidar a un amigo tan entrañable con el cual vivió una de sus más grandes aventuras...
"...Kazuma-san"
¿Él también le recordaría? Estaba por comprobarlo, pero quería hacerlo de una manera significativa. Nada mejor que rememorar su primer encuentro y él sabía cómo hacerlo. En un inicio caminó como si nada con la cara tapada, pero en el momento que pasó a su lado desenfundó su espada haciendo gala de su destreza y agilidad dirigiendo un tajo directo al cuello del shinobi de Uzu, para recordar los viejos tiempos. Claro, sí algo salía mal en el último momento bien podría darle un giro a la katana para dar con el lado opuesto al filo, pero la idea era que su compañero de armas reaccionase ante el extraño saludo.
—Un año, un año desde que nuestros filos se cruzaron por primera vez...
Trató de poner sus brazos para proteger su rostro, pero aún así el polvo se le terminó metiendo en los orificios nasales además de su boca y parte de los dolientes que rondaban por la zona se percataron de su extraña actuación. Algunos de los transeúntes se le quedaron viendo y murmuraban sobre lo que había pasado, otros tantos ni siquiera se tomaron la molestia de ser discretos y se rieron de él.
"Mirémoslo por el lado amable, al menos le alegre el día a alguien"
Poco a poco se fue incorporando, estando de pie se cercioro de no tener ningún raspón y luego procedió a sacudirse las ropas. Al parecer entrenar en medio del lago no había sido la mejor de sus ideas, no al menos rodeado de gente, le resulta incómodo ser el centro de atención y si seguía así sólo terminaría por atraer más miradas indeseadas. Sin embargo aún estaba aburrido y no sabía con que entretenerse, se arregló la capa de nuevo para cubrirse el rostro, acomodó su salvaje cabellera y medio se compuso el fleco que del lado derecho tapaba por completo su orbe negro.
Se fue a dar una vuelta mientras meditaba que era lo que pudo haber salido mal con el jutsu.
"Creo que estoy forzando la técnica al aplicar demasiado chakra, tendré que buscar una manera de hacerla más estable. Aunque bien podría ser que simplemente necesito concentrarme más y dominarlo"
Mientras paseaba una extraña figura captó su atención, una familiar silueta gris que le recordaba un oscuro lugar en el País del Bosque. Aquellos ojos grises, aquellos cabellos blancos, y si todavía había dudas la majestuosa espada se encargaba de disiparlas. Era imposible olvidar a un amigo tan entrañable con el cual vivió una de sus más grandes aventuras...
"...Kazuma-san"
¿Él también le recordaría? Estaba por comprobarlo, pero quería hacerlo de una manera significativa. Nada mejor que rememorar su primer encuentro y él sabía cómo hacerlo. En un inicio caminó como si nada con la cara tapada, pero en el momento que pasó a su lado desenfundó su espada haciendo gala de su destreza y agilidad dirigiendo un tajo directo al cuello del shinobi de Uzu, para recordar los viejos tiempos. Claro, sí algo salía mal en el último momento bien podría darle un giro a la katana para dar con el lado opuesto al filo, pero la idea era que su compañero de armas reaccionase ante el extraño saludo.
—Un año, un año desde que nuestros filos se cruzaron por primera vez...