17/07/2016, 12:35
—Encantada Hazegawa-san— hizo une leve reverencia con su cabeza en señal de respeto antes de recolocarse el montsuki correctamente pues se le había descolocado un poco.
— ¿Disculpe pero dijo Hyuga? No le había visto antes— el muchacho la miraba un tanto sorprendido, como si le extrañase no conocerla
—Como dicen en mi tierra: Los ojos nunca mienten— bromeo la peliblanca al dar la respuesta —Al menos en esta ocasión es cierto— esbozó una suave sonrisa —Es normal que no me conozcas, soy de Kusabi al Norte del País de los Bosques Nevados— informó Mitsuki sin querer profundizar mucho más
Mientras tanto, Hazegawa, fue a ocuparse de recolocar unas flores junto a una tablilla.
"Ahora entiendo por qué se ha exaltado tanto" la peliblanca no pudo evitar sentir cierta empatía por aquel muchacho
— ¿Puedo acompañarle un rato? —
—Si gustas de caminar sin un rumbo fijo, no tengo ningún problema— respondió la peliblanca con cálida sonrisa —Acabo de llegar a la Aldea y no tengo ganas de parar por mucho—
Mitsuki había aprendido que la mejor manera de evitar pensar en lo que se teme era mantenerse ocupada, ya fuese caminando, leyendo o entrenando
— ¿Disculpe pero dijo Hyuga? No le había visto antes— el muchacho la miraba un tanto sorprendido, como si le extrañase no conocerla
—Como dicen en mi tierra: Los ojos nunca mienten— bromeo la peliblanca al dar la respuesta —Al menos en esta ocasión es cierto— esbozó una suave sonrisa —Es normal que no me conozcas, soy de Kusabi al Norte del País de los Bosques Nevados— informó Mitsuki sin querer profundizar mucho más
Mientras tanto, Hazegawa, fue a ocuparse de recolocar unas flores junto a una tablilla.
"Ahora entiendo por qué se ha exaltado tanto" la peliblanca no pudo evitar sentir cierta empatía por aquel muchacho
— ¿Puedo acompañarle un rato? —
—Si gustas de caminar sin un rumbo fijo, no tengo ningún problema— respondió la peliblanca con cálida sonrisa —Acabo de llegar a la Aldea y no tengo ganas de parar por mucho—
Mitsuki había aprendido que la mejor manera de evitar pensar en lo que se teme era mantenerse ocupada, ya fuese caminando, leyendo o entrenando