25/07/2016, 14:44
—Justo esas palabras me recuerdan a mi tío, aunque en lo personal creo conservar el dojutsu es importante, no se lo impondría a nadie.—
Aquella respuesta reveló a la peliblanca muchísima más información que las propias palabras que la componían. Su maestra le había explicado muchas veces la importancia que dan en el continente a los dojutsus, sobre todo entre los shinobis, así que era de esperar que un clan lo guardase con celo
—Yo por el contrario prefiero un mundo donde los dojutsus no sean necesarios— indicó la Hyuga con, quizás, demasiada sinceridad. Era cierto que su byakugan resultaba muy útil pero no era algo que considerase tan importante como para ser salvaguardado
—Mis padres ambos eran Hyuga, y vivo con mis familiares como se hacía antaño…juntos todos en un conjunto de casas, un clan.—
"Ahora ya sé por que se puso así cuando el ladrón trató de profanar las tablillas..." Mitsuki sabía muy bien como se sentía aquel chico, a pesar de no tener familia o al menos no en los términos normales pues para ella todo Kusabi formaba parte de su familia y ahora incluso a los del continente los consideraba parte de ella. Así que cada muerte le resultaba igual de importante, por lo que había conocido esa sensación muchas veces en su corta vida. Lo que si la descolocó un poco fue el dato de que todos los Hyuga viviesen juntos, en una especie de gueto "¿Un grupo apartado dentro de la propia Aldea?..." Esa idea le parecía un tanto peligrosa, en la historia del mundo la mayoría de los conflictos han provenido de situaciones parecidas. La sola idea de sentirse especial o diferente ha desatado más guerras que el mal.
—El sueño de mi tío, es unificar a los Hyuga en Onindo... difiero un poco de sus métodos, pero qué más da…—
"¿Unificarlos...?" cada palabra que aquel chico soltaba no dejaba en muy buen lugar a su tío, al menos de cara a la de Kusabi "Las ideas de ese hombre dan un poco de miedo... suena como si para él el resto de personas no importasen, o que lo único que le importa de las personas son sus apellidos y ojos..."
—Este mundo necesita más unión y menos divisiones— replicó la peliblanca con tranquilidad —El sueño de tu tío es separar a los Hyugas del resto, no puedo estar acuerdo con eso... todos somos personas al fin y al cabo, no debería de importarnos otra cosa— Mitsuki no había podido reprimirse, había tenido que replicar aunque se mordió la lengua. Aquellas ideas le habían erizado la piel
—Sería un honor nos visitaras alguna vez. Después de todo somos familia, eres una prima bastante lejana. —
La idea le agradaba, pero eso supondría cruzarse con el tío de Hazegawa y la peliblanca intuía como podría acabar el asunto. Sin embargo, recordó las palabras del Sr. Soko: Estás aquí para cambiar el mundo, para traer la justicia de Fuujin-sama.
"No puedo rehuir enfrentamientos... quizás me he cruzado con el chico para poder cambiar esa deriva de pensamiento en su tío..."
—Sería un placer visitaros algún día— respondió la peliblanca con un suave gesto de su cabeza mientras sonreía.
Poco a poco, el paseo les había hecho rodear prácticamente el parque y acercarse poco a poco al camino principal que dirigía hacia la salida.
Aquella respuesta reveló a la peliblanca muchísima más información que las propias palabras que la componían. Su maestra le había explicado muchas veces la importancia que dan en el continente a los dojutsus, sobre todo entre los shinobis, así que era de esperar que un clan lo guardase con celo
—Yo por el contrario prefiero un mundo donde los dojutsus no sean necesarios— indicó la Hyuga con, quizás, demasiada sinceridad. Era cierto que su byakugan resultaba muy útil pero no era algo que considerase tan importante como para ser salvaguardado
—Mis padres ambos eran Hyuga, y vivo con mis familiares como se hacía antaño…juntos todos en un conjunto de casas, un clan.—
"Ahora ya sé por que se puso así cuando el ladrón trató de profanar las tablillas..." Mitsuki sabía muy bien como se sentía aquel chico, a pesar de no tener familia o al menos no en los términos normales pues para ella todo Kusabi formaba parte de su familia y ahora incluso a los del continente los consideraba parte de ella. Así que cada muerte le resultaba igual de importante, por lo que había conocido esa sensación muchas veces en su corta vida. Lo que si la descolocó un poco fue el dato de que todos los Hyuga viviesen juntos, en una especie de gueto "¿Un grupo apartado dentro de la propia Aldea?..." Esa idea le parecía un tanto peligrosa, en la historia del mundo la mayoría de los conflictos han provenido de situaciones parecidas. La sola idea de sentirse especial o diferente ha desatado más guerras que el mal.
—El sueño de mi tío, es unificar a los Hyuga en Onindo... difiero un poco de sus métodos, pero qué más da…—
"¿Unificarlos...?" cada palabra que aquel chico soltaba no dejaba en muy buen lugar a su tío, al menos de cara a la de Kusabi "Las ideas de ese hombre dan un poco de miedo... suena como si para él el resto de personas no importasen, o que lo único que le importa de las personas son sus apellidos y ojos..."
—Este mundo necesita más unión y menos divisiones— replicó la peliblanca con tranquilidad —El sueño de tu tío es separar a los Hyugas del resto, no puedo estar acuerdo con eso... todos somos personas al fin y al cabo, no debería de importarnos otra cosa— Mitsuki no había podido reprimirse, había tenido que replicar aunque se mordió la lengua. Aquellas ideas le habían erizado la piel
—Sería un honor nos visitaras alguna vez. Después de todo somos familia, eres una prima bastante lejana. —
La idea le agradaba, pero eso supondría cruzarse con el tío de Hazegawa y la peliblanca intuía como podría acabar el asunto. Sin embargo, recordó las palabras del Sr. Soko: Estás aquí para cambiar el mundo, para traer la justicia de Fuujin-sama.
"No puedo rehuir enfrentamientos... quizás me he cruzado con el chico para poder cambiar esa deriva de pensamiento en su tío..."
—Sería un placer visitaros algún día— respondió la peliblanca con un suave gesto de su cabeza mientras sonreía.
Poco a poco, el paseo les había hecho rodear prácticamente el parque y acercarse poco a poco al camino principal que dirigía hacia la salida.