29/07/2016, 16:43
El de joven de Takigakure se mostraba, en cierta medida, de acuerdo con lo dicho por su interlocutor. No era algo sorprendente, pues aunque pudiera haber infinitos puntos de vista y opiniones, la realidad que todos vivieron y padecieron fue la misma.
—Tal y como dices no fue algo natural, sin embargo alguien se está aprovechando de nuestra ignorancia. Para no dar tanto rodeo lo resumiré: Hay alguien que parece tener interés en los bijuu, está operando tras bambalinas y tenía espías infiltrados el día del ataque —Mostraba total seguridad al hablar— Sonará poco creíble, pero es la verdad. En mi posición actual no estoy en condición de hacer averiguaciones, primero debo ocuparme de otros asuntos —Remató.
«Eso es bastante grave…», pensó mientras encontraba la mirada de su amigo.
—Tiene sentido: Los Bijuu, como pudimos comprobar en carne propia, son fuerzas más allá de lo comprensible por nosotros. Capaces de causar destrucción a una escala inimaginable —entendía las implicaciones que tendría aquello—. Es perturbador el pensar que alguien quiera utilizarlos para el mal. Más aterrador aún es que pueda hacerlo con semejante facilidad.
Observo los alrededores y luego de un instante cerró los ojos. En su mente, una serie recuerdos basados en todos sus sentidos formaron un desfile que le hacía retroceder en el tiempo hasta el instante que cambió el mundo. Quiso imaginar qué sucedería si en lugar de uno solo, alguien tuviera el control sobre las nueve legendarias bestias con cola. La magnitud de la destrucción era demasiada para darle forma, incluso en su mente.
—Esto podría ser el aviso de que se aproximan tiempos oscuros, Tatsuya.
—Tal y como dices no fue algo natural, sin embargo alguien se está aprovechando de nuestra ignorancia. Para no dar tanto rodeo lo resumiré: Hay alguien que parece tener interés en los bijuu, está operando tras bambalinas y tenía espías infiltrados el día del ataque —Mostraba total seguridad al hablar— Sonará poco creíble, pero es la verdad. En mi posición actual no estoy en condición de hacer averiguaciones, primero debo ocuparme de otros asuntos —Remató.
«Eso es bastante grave…», pensó mientras encontraba la mirada de su amigo.
—Tiene sentido: Los Bijuu, como pudimos comprobar en carne propia, son fuerzas más allá de lo comprensible por nosotros. Capaces de causar destrucción a una escala inimaginable —entendía las implicaciones que tendría aquello—. Es perturbador el pensar que alguien quiera utilizarlos para el mal. Más aterrador aún es que pueda hacerlo con semejante facilidad.
Observo los alrededores y luego de un instante cerró los ojos. En su mente, una serie recuerdos basados en todos sus sentidos formaron un desfile que le hacía retroceder en el tiempo hasta el instante que cambió el mundo. Quiso imaginar qué sucedería si en lugar de uno solo, alguien tuviera el control sobre las nueve legendarias bestias con cola. La magnitud de la destrucción era demasiada para darle forma, incluso en su mente.
—Esto podría ser el aviso de que se aproximan tiempos oscuros, Tatsuya.