6/08/2016, 23:30
La idea de que la única persona que les sacaría de todo el lío se haya escapado no le gustaba para nada a la pelirroja y se notaba en su mirada iracunda que ahora mismo estaba fijada en el moreno de Uzuhio.
—No entiendes… Genial. —Soltó despectiva en lo que desviaba una vez más su atención a los guardias.
No parecían estar próximos a regresar a sus labores así que sin problemas podrían retirarse, o eso suponía ella pero de todas formas los shinobis tenían mayor soltura a la hora de escapar y escabullirse por lo que no sería un problema mayor el escapar de ellos.
—Lo escuché de los guardias, con ese ladrón nos dejarían libres pero ahora que se escapó probablemente la paguemos por él, así que o lo encontramos o nos piramos. —Dijo con un tono algo bajo para asegurarse que ninguno de los inútiles que estaban con las prostitutas le escucharan.
Aunque… Siendo sinceros, ¿por qué hablaba en plural? No tenía sentido si el albino ese le caía fatal además que no había vínculos con Uzushiogakure por los cuales tuviese que temer… Siendo así Ritsuko no hallaba motivo real para mantenerse con él ni vincularse de ninguna manera.
—Nos vemos. —Fue lo único que atinó a decir la pelirroja.
Sin más, decidió emprender el escape por el primer callejón que tuvo en vista, total, los guardias tendrían que pelearse un poco con sus furcias para poder librarse y a ella seguramente no la molestarían la próxima vez que se la cruzaran.
—No entiendes… Genial. —Soltó despectiva en lo que desviaba una vez más su atención a los guardias.
No parecían estar próximos a regresar a sus labores así que sin problemas podrían retirarse, o eso suponía ella pero de todas formas los shinobis tenían mayor soltura a la hora de escapar y escabullirse por lo que no sería un problema mayor el escapar de ellos.
—Lo escuché de los guardias, con ese ladrón nos dejarían libres pero ahora que se escapó probablemente la paguemos por él, así que o lo encontramos o nos piramos. —Dijo con un tono algo bajo para asegurarse que ninguno de los inútiles que estaban con las prostitutas le escucharan.
Aunque… Siendo sinceros, ¿por qué hablaba en plural? No tenía sentido si el albino ese le caía fatal además que no había vínculos con Uzushiogakure por los cuales tuviese que temer… Siendo así Ritsuko no hallaba motivo real para mantenerse con él ni vincularse de ninguna manera.
—Nos vemos. —Fue lo único que atinó a decir la pelirroja.
Sin más, decidió emprender el escape por el primer callejón que tuvo en vista, total, los guardias tendrían que pelearse un poco con sus furcias para poder librarse y a ella seguramente no la molestarían la próxima vez que se la cruzaran.