10/08/2016, 12:43
Aunque seguramente hubiese sido mas rápido atravesar la montaña desde coladragón, el joven Yamanaka había decidido tomar la ruta larga, caminar hasta Shinogi-To y allí coger el tren que iba en dirección a su destino: Notsuba. Era un viaje largo por que el tren, aunque rápido, tenia que atravesar casi todo el país de la lluvia y ademas el país del rió antes de alcanzar el país de la tierra.
Lo bueno de no atravesar la montaña y viajar en tren no solo era que se ahorraba muchos peligros, si no que el tren iba lo suficientemente despacio como para poder observar el paisaje a través de las ventanas. El joven Yamanaka pudo observar a lo lejos los verdes arboles del bosque de azur, pudo observar el nerviosismo de los demás pasajeros al cruzar por las llanuras de la tempestad eterna, donde las lluvias y los truenos eran mucho mas fuertes que en cualquier lugar del pais y pudo ver como se volvian a relajar al llegar a las tierras de la llovizna.
"Vaya... parece que las personas se sincronizan con el tiempo, cuando el cielo ruge sus corazones se agitan, y cuando el temporal se calma así lo hacen ellos también..."
La parada mas larga del trayecto fue en la ciudad de Yachi. Incluso dieron tiempo a los pasajeros para abandonar el tren y visitar el lugar. y Aunque Reiji había salido de amegakure para ver mundo, prefirió quedarse en el silencio del vagón que bajar a la ciudad. Así podía evitarse las incomodas preguntas de si era de aquel lugar, o donde se encontraba aquello. El silencio siempre fue su mejor amigo.
- No quiere bajar a ver la ciudad jovencito? - Pregunto una de las azafatas del tren
-"No gracias, prefiero este lugar"
El Yamanaka contesto con lenguaje de signos, creyendo que los que trabajan allí y trataban con todo tipo de publico conocerían el lenguaje de signos. Pero el rosto de la mujer indicaba que era la primera vez que trataba con alguien que no tenia voz. Reiji no era muy de colarse en la mente de los demás para solucionar estos problemas, había cosas en sus cabezas que no era agradable escuchar, así que simplemente negó con la cabeza y le indico con sus manos que se marchara, aunque quedara como alguien desagradable era mucho mejor que colarse en la intimidad de sus mentes.
Un rato después, el tren se volvió a poner en marcha, hubo otra larga parada en la Rivera sur, ya dentro del país de los ríos, pero la mujer no volvió a preguntarle al muchacho si quería bajarse a ver el lugar. Mas tarde cruzaron el puente de Tenchi, que unía el país de los ríos con el de la tierra. Y al fin, poco tiempo después, el tren alcanzo su destino: Notsuba.
Reiji agarro su mochila con ropa, se bajo del tren y camino hacia la salida de la estación. Fuera el tiempo no era muy distinto al de amegakure, aquel día estaba lloviendo en Notsuba.
"Vaya, parece que el buen tiempo me acompaña..."
Lo bueno de no atravesar la montaña y viajar en tren no solo era que se ahorraba muchos peligros, si no que el tren iba lo suficientemente despacio como para poder observar el paisaje a través de las ventanas. El joven Yamanaka pudo observar a lo lejos los verdes arboles del bosque de azur, pudo observar el nerviosismo de los demás pasajeros al cruzar por las llanuras de la tempestad eterna, donde las lluvias y los truenos eran mucho mas fuertes que en cualquier lugar del pais y pudo ver como se volvian a relajar al llegar a las tierras de la llovizna.
"Vaya... parece que las personas se sincronizan con el tiempo, cuando el cielo ruge sus corazones se agitan, y cuando el temporal se calma así lo hacen ellos también..."
La parada mas larga del trayecto fue en la ciudad de Yachi. Incluso dieron tiempo a los pasajeros para abandonar el tren y visitar el lugar. y Aunque Reiji había salido de amegakure para ver mundo, prefirió quedarse en el silencio del vagón que bajar a la ciudad. Así podía evitarse las incomodas preguntas de si era de aquel lugar, o donde se encontraba aquello. El silencio siempre fue su mejor amigo.
- No quiere bajar a ver la ciudad jovencito? - Pregunto una de las azafatas del tren
-"No gracias, prefiero este lugar"
El Yamanaka contesto con lenguaje de signos, creyendo que los que trabajan allí y trataban con todo tipo de publico conocerían el lenguaje de signos. Pero el rosto de la mujer indicaba que era la primera vez que trataba con alguien que no tenia voz. Reiji no era muy de colarse en la mente de los demás para solucionar estos problemas, había cosas en sus cabezas que no era agradable escuchar, así que simplemente negó con la cabeza y le indico con sus manos que se marchara, aunque quedara como alguien desagradable era mucho mejor que colarse en la intimidad de sus mentes.
Un rato después, el tren se volvió a poner en marcha, hubo otra larga parada en la Rivera sur, ya dentro del país de los ríos, pero la mujer no volvió a preguntarle al muchacho si quería bajarse a ver el lugar. Mas tarde cruzaron el puente de Tenchi, que unía el país de los ríos con el de la tierra. Y al fin, poco tiempo después, el tren alcanzo su destino: Notsuba.
Reiji agarro su mochila con ropa, se bajo del tren y camino hacia la salida de la estación. Fuera el tiempo no era muy distinto al de amegakure, aquel día estaba lloviendo en Notsuba.
"Vaya, parece que el buen tiempo me acompaña..."