22/05/2015, 17:44
Lo del opio sonó todavía incluso más gracioso que lo anterior, pero la cosa es que era cierto. Aunque sería mejor dejar las bromas de drogas, no fuera que nos tomaran por unos narcotraficantes o algo por el estilo. Yota era un cachondo, además de buen tipo, algo que me hacía pensar de que sería una excursión la mar de entretenida.
Entonces, cuando le expliqué que no vine a entrenar con nadie y le justifiqué mi respuesta, este quedó extrañado. Dando justo en el clavo del motivo. -Pues no tiene por que pasar nada, pero puede pasar. Dije cabizbajo. -Por eso paso de entrenar con nadie, no quiero malos rollos. Yo me cojo un árbol grande, un edificio abandonado o una gran roca y me basta. No necesito a nadie para entrenar. Lo prefiero así...
No era cuestión de fanfarronería, pero mi familia siempre se había dedicado a las explosiones, y todos sabemos que es peligroso jugar con petardos. Y a veces uno se puede emocionar en un combate y puede haber una desgracia.
Me alegré saber de que Yota conservaba sus padres y, además tenía un hermano. -Ostras me alegro mucho por ti de veras, yo vivo con mi madre y con mi hermanastra. Mi padre murió...Una verdadera putada. Me puse un poco serio pero como no quería que esto fuera un velatorio, le arrojé una nueva pregunta a Yota. -¿Y tu hermano es igual de cachondo que tu? Tiene que ser una pasada tener un hermano para compartir cosas y tal. Podreís entrenar juntos...solo veo cosas buenas de tener uno. Le confesé sonriente.
Finalmente llegamos al grande e imponente castillo del Señor Feudal del país de la Espiral. Era inmenso y precioso, una maravilla sin duda, mi mandíbula se desencajó cuando alcé la vista para contemplarlo en todo su esplendor. -Dios es una verdadera pasada! Exclamé atónito. -Debe valer miles de millones de ryos...o incluso más. ¿Te imaginas vivir en un castillo así? Buaaa.
"Este país es una pasada, parece que tengan todo el dinero del mundo"
-Si algún día vienes al país de la Hierba, me gustaría devolverte el favor. No tenemos edificios tan impresionantes, pero hay cosas bonitas para visitar... y buena comida. Dije con sinceridad
Depués de contemplar el gran castillo en su plenitud, recordé que Yota dijo algo de que cerca habían sitios donde se podía entrenar. -¿Entonces decías que aquí cerca había algo para entrenar?
Entonces, cuando le expliqué que no vine a entrenar con nadie y le justifiqué mi respuesta, este quedó extrañado. Dando justo en el clavo del motivo. -Pues no tiene por que pasar nada, pero puede pasar. Dije cabizbajo. -Por eso paso de entrenar con nadie, no quiero malos rollos. Yo me cojo un árbol grande, un edificio abandonado o una gran roca y me basta. No necesito a nadie para entrenar. Lo prefiero así...
No era cuestión de fanfarronería, pero mi familia siempre se había dedicado a las explosiones, y todos sabemos que es peligroso jugar con petardos. Y a veces uno se puede emocionar en un combate y puede haber una desgracia.
Me alegré saber de que Yota conservaba sus padres y, además tenía un hermano. -Ostras me alegro mucho por ti de veras, yo vivo con mi madre y con mi hermanastra. Mi padre murió...Una verdadera putada. Me puse un poco serio pero como no quería que esto fuera un velatorio, le arrojé una nueva pregunta a Yota. -¿Y tu hermano es igual de cachondo que tu? Tiene que ser una pasada tener un hermano para compartir cosas y tal. Podreís entrenar juntos...solo veo cosas buenas de tener uno. Le confesé sonriente.
Finalmente llegamos al grande e imponente castillo del Señor Feudal del país de la Espiral. Era inmenso y precioso, una maravilla sin duda, mi mandíbula se desencajó cuando alcé la vista para contemplarlo en todo su esplendor. -Dios es una verdadera pasada! Exclamé atónito. -Debe valer miles de millones de ryos...o incluso más. ¿Te imaginas vivir en un castillo así? Buaaa.
"Este país es una pasada, parece que tengan todo el dinero del mundo"
-Si algún día vienes al país de la Hierba, me gustaría devolverte el favor. No tenemos edificios tan impresionantes, pero hay cosas bonitas para visitar... y buena comida. Dije con sinceridad
Depués de contemplar el gran castillo en su plenitud, recordé que Yota dijo algo de que cerca habían sitios donde se podía entrenar. -¿Entonces decías que aquí cerca había algo para entrenar?