24/08/2016, 23:56
—Es un honor, estar en compañía de una sacerdotisa —
—No seas tan formal, aún no soy una sacerdotisa— respondió la peliblanca mientras seguían avanzando tranquilamente por la aldea, hacía ya tiempo que habían dejado atrás el parque y ahora paseaban por una de las calles comerciales de UUzushiogakure.
—Bueno, para ser familia aunque lejana. Somos muy diferentes, yo nací en esta aldea, y he vivido aquí desde que tengo memoria, poco podría decirte que no sepas ya sobre la aldea—
—No creo que seamos tan diferentes, quizás los orígenes sean distintos pero al fin y al cabo todos queremos lo mismo— argumento la de Kusabi con calma, mientras se habrían paso entre unos niños que jugaban con un balón —Ser felices— la bola de los niños llegó rodando suavemente hasta los pies de Mitsuki que se agachó lentamente para recogerla —Es cierto que la Felicidad puede ser un concepto muy abierto, para cada cuál puede suponer una cosa diferente... pero es algo que nos une— lanzó la pelota con suavidad hacia donde estaban los niños que aguardaban a que su juguete regresase —Así que no creo que difieras tanto de mí, tu también pareces una persona que se preocupa por los demás y eso importa mucho más que la procedencia — terminó la peliblanca con una suave sonrisa antes de reemprender el camino junto con su compañero
—No debería estar haciendo esto, pero vi cómo te enfrentaste a ese sujeto en el parque, no tienes miedo y eso me hace suponer que eres alguien fuerte, muy fuerte—
La peliblanca se detuvo en seco y se quedó mirando al muchacho que parecía bastante entusiasmado mientras seguía hablando.
"¿Así que he dado esa impresión? ¿Tanto he cambiado?" por un lado se sentía contenta pues parecía que tanto entrenamiento había dado sus frutos, pero por otro se sentía asustada. ¿Y sí había cambiado demasiado? "Quizás sólo sea que he ganado aplomo..."
—Me gustaría verte en acción en algún momento, y perdone mi osadía —
—Al contrario, Hazewaga— respondió la peliblanca —Siempre tengo miedo...— "sobre todo en las noches..." ese fugaz pensamiento casi la hizo temblar —Temo tantas cosas...— las imágenes de los dos críos aplastados por aquella piedra con su madre llorando desconsolada a su lado apareció en su mente claramente — que no me queda más remedio que ser fuerte para seguir viviendo...—
—Perdone mi ímpetu, Pero desde que me asignaron aun grupo ninja con sensei solo he pensado en eso, después de todo aunque no seamos los mejores amigos, son mis compañeros y los protegeré a toda costa. —
—No tienes que disculparte, comprendo perfectamente como te siientes. Conozco esa sensación— sonrío cálidamente, aunque un poco triste antes de echar a caminar de nuevo lentamente —¿Así que te han asignado un equipo? ¿Ya habeís realizado alguna misión juntos?— trató de cambiar de tema la peliblanca
—No seas tan formal, aún no soy una sacerdotisa— respondió la peliblanca mientras seguían avanzando tranquilamente por la aldea, hacía ya tiempo que habían dejado atrás el parque y ahora paseaban por una de las calles comerciales de UUzushiogakure.
—Bueno, para ser familia aunque lejana. Somos muy diferentes, yo nací en esta aldea, y he vivido aquí desde que tengo memoria, poco podría decirte que no sepas ya sobre la aldea—
—No creo que seamos tan diferentes, quizás los orígenes sean distintos pero al fin y al cabo todos queremos lo mismo— argumento la de Kusabi con calma, mientras se habrían paso entre unos niños que jugaban con un balón —Ser felices— la bola de los niños llegó rodando suavemente hasta los pies de Mitsuki que se agachó lentamente para recogerla —Es cierto que la Felicidad puede ser un concepto muy abierto, para cada cuál puede suponer una cosa diferente... pero es algo que nos une— lanzó la pelota con suavidad hacia donde estaban los niños que aguardaban a que su juguete regresase —Así que no creo que difieras tanto de mí, tu también pareces una persona que se preocupa por los demás y eso importa mucho más que la procedencia — terminó la peliblanca con una suave sonrisa antes de reemprender el camino junto con su compañero
—No debería estar haciendo esto, pero vi cómo te enfrentaste a ese sujeto en el parque, no tienes miedo y eso me hace suponer que eres alguien fuerte, muy fuerte—
La peliblanca se detuvo en seco y se quedó mirando al muchacho que parecía bastante entusiasmado mientras seguía hablando.
"¿Así que he dado esa impresión? ¿Tanto he cambiado?" por un lado se sentía contenta pues parecía que tanto entrenamiento había dado sus frutos, pero por otro se sentía asustada. ¿Y sí había cambiado demasiado? "Quizás sólo sea que he ganado aplomo..."
—Me gustaría verte en acción en algún momento, y perdone mi osadía —
—Al contrario, Hazewaga— respondió la peliblanca —Siempre tengo miedo...— "sobre todo en las noches..." ese fugaz pensamiento casi la hizo temblar —Temo tantas cosas...— las imágenes de los dos críos aplastados por aquella piedra con su madre llorando desconsolada a su lado apareció en su mente claramente — que no me queda más remedio que ser fuerte para seguir viviendo...—
—Perdone mi ímpetu, Pero desde que me asignaron aun grupo ninja con sensei solo he pensado en eso, después de todo aunque no seamos los mejores amigos, son mis compañeros y los protegeré a toda costa. —
—No tienes que disculparte, comprendo perfectamente como te siientes. Conozco esa sensación— sonrío cálidamente, aunque un poco triste antes de echar a caminar de nuevo lentamente —¿Así que te han asignado un equipo? ¿Ya habeís realizado alguna misión juntos?— trató de cambiar de tema la peliblanca