24/08/2016, 18:55
Ni una miserable palabra salió de la boca del chico, en su lugar simplemente asintió y tras esto le ofreció el monedero que a simple vista ya reconocía perfectamente por lo que no tardó en tomarlo y regresarlo a su lugar, el portaobjetos, único lugar donde podía estar medianamente seguro puesto que el resto de su vestimenta no traía bolsillos ni nada.
—¿No dirás nada…? ¿Acaso eres mudo…? —Preguntó con cierto desprecio, no le gustaba cuando la gente se negaba a hablar.
~Aunque no quieras hablar, la voz ya te la conozco. ~Pensaba mientras esperaba de brazos cruzados a que el contrario dijera algo al respecto. Era molesto para ella tener que tratar con mudos, incluso si se trataba de shinobis de otras aldeas. ~Aunque siendo de Ame puede que sepa algo de Reiji… ~Se planteó por un segundo en que prácticamente pasó a ignorar al chico.
—¿No dirás nada…? ¿Acaso eres mudo…? —Preguntó con cierto desprecio, no le gustaba cuando la gente se negaba a hablar.
~Aunque no quieras hablar, la voz ya te la conozco. ~Pensaba mientras esperaba de brazos cruzados a que el contrario dijera algo al respecto. Era molesto para ella tener que tratar con mudos, incluso si se trataba de shinobis de otras aldeas. ~Aunque siendo de Ame puede que sepa algo de Reiji… ~Se planteó por un segundo en que prácticamente pasó a ignorar al chico.