Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Bueno, las cosas sean dichas. Quizás me obsesionara en el pasado con mi inusitada suerte, todos me dijeron que era ridículo seguir intentado buscar respuestas, y la verdad es que ya me aburrí, debía comenzar mis andanzas como shinobi, debía entrenar y mucho. Últimamente el mundo está de patas arriba, por eso me decidí de una vez a dar el paso.

¡Muy bien, vamos allá!

Salí de casa con lo necesario para iniciar un viaje que llevaba rondando mi cabeza hace ya varios meses, y todo parecía indiciar que hoy era el día para llevarlo a cabo. Alcé la mirada y me fijé que hacía un día soleado, el cielo estaba completamente raso. Y aunque aún se notaba el calor veraniego, se podía apreciar un brisa fresca que venía para anunciar que el otoño estaba al caer.

Que buen día hace. Resoplé complacido. No podía ser otra manera.

Abandoné la aldea sin demorarme demasiado, pero claro no podía irme sin despedirme de aquellos con los que me cruzaba. Todo el mundo se extrañó de que finalmente hubiera decidido abandonar la aleda solo. ¿Tan obvio era? pues sí, incluso más de uno tuvo la genialidad de bromear con el asunto.

-¡Yoshimitsu-san! tenga cuidado ahí fuera Exclamó desde las alturas el último shinobi que me encontré que estaba de guardia. Se trataba de mi amigo Iwao, delaté sus malas intenciones cuando trató de ocultar sus risas con su torpe mano. - Si si si si, no te preocupes por mí Iwao. No vaya ser que te vayas a caer de ahí...

Dejando al fin la aldea atrás, comencé mi travesía en dirección a aquellos templos antiguos, viejos y abandonados desde vete tu a saber cuando... estaban ubicados en dirección noroeste y para allí que me dirigí. El viaje era seguro, y demasiado tranquilo para mi gusto. Seguí el camino que no tenía perdida. Los transeúntes iban y venían, sin mediar palabra alguna. Todos viajaban sumidos en sus pensamientos, otros quizás con miedo con los tiempos tan convulsos que corrían.

Aquí debe ser la entrada al bosque que lleva a los templos. Cada ciertos kilómetros se podía ver postes con indicaciones que indicaban pequeñas poblaciones o ciertos lugares de interés. Pero al fin pude ver un poste que señalaba hacía el bosque que decía lo siguiente.

Templos abandonados ¡cuidado!, edificios en ruinas

Me dirigí hacía donde indicaba la señal, no tenía perdida pues se veía en el suelo un camino improvisado de lo que vendría ser las pisadas de "peregrinos" por llamarlos de alguna manera. El bosque era denso, y todo se veía en calma. Tanta calma que incluso me abrió el apetito.

Aprovecharé para comer algo.

Antes de seguir mi camino hasta los templos, paré a un lado del camino y saqué algo de comer. El aire que se respiraba era puro, se notaba el inconfundible olor a madera y humedad. Y el cantar de los pájaros era muy reconfortante. Mientras me comía unos pocos dangos que tenía, comencé a pensar en mis cosas.

Que bien que se está aquí, difícil sería que algo o alguien perturbara la paz que siento en mi interior.
Responder


Mensajes en este tema
Todo buen comienzo debe plasmarse en un lienzo - por Yoshimitsu - 27/08/2016, 17:00
RE: Todo buen comienzo debe plasmarse en un lienzo - por Yoshimitsu - 27/08/2016, 22:25
RE: Todo buen comienzo debe plasmarse en un lienzo - por Yoshimitsu - 30/08/2016, 17:03
RE: Todo buen comienzo debe plasmarse en un lienzo - por Yoshimitsu - 4/09/2016, 17:06
RE: Todo buen comienzo debe plasmarse en un lienzo - por Yoshimitsu - 10/09/2016, 20:34


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.