30/08/2016, 03:50
Vaya si iba a necesitar estar alerta, antes de que el Takanashi pudiera deslizar su mano bajo la capa en busca de la empuñadura de su katana los hombres hicieron lo propio tomando varias agujas y lanzándolas a gran velocidad en contra de genin. Estando rodeado por los tres sujetos no tenía mucho sitio a donde correr, tuvo que rodar para evitar la primera tanda y apenas si logró bloquear la segunda con ayuda del saya de su espada. Sin embargo la tercera oleada que le llegó por la espalda terminó por dar en el blanco, no porque no lo viera venir, sino porque carecía de una manera de esquivar.
—Ahhhhggg— Se quejó por lo bajo.
Ahora tenía tres agujas clavadas en el hombro derecho dificultándole la movilidad y los hombres lo sabían. Uno de ellos alzó la mano y señaló con los dedos hacia la dirección donde estaba la garita de control. Rápidamente otro de los jinetes empezó a cabalgar hacia ese lugar y el de ojos dispares chasqueó la lengua ante ello, si bien reducía el número de oponentes no podía permitirse por nada del mundo que aquellos que estuviesen en la garita terminasen lastimados.
Los dos restantes nuevamente le bombardearon con senbons pero en esta ocasión en vez de defenderse el de Taki optó por tomar una actitud mucho más ofensiva; realizó una finta para esquivar la lluvia de agujas mientras usaba su brazo sano para desenvainar y acercarse a uno de los bandoleros. Para cuando dió el tajo aparentemente no pasó nada, desconcertando a sus dos oponentes durante un par de segundos, pero en cuanto intentaron volver a la ofensiva se llevaron una sorpresa.
"...Tres, dos, uno."
De pronto uno de los matones experimento un dolor repentino y no sólo él, el caballo aparentemente también estaba lastimado, sacudiéndose por el susto y tumbando a su jinete al suelo. Aprovechando la distracción el kenjutsero tomó las agujas que tenía clavadas en la espalda para sacárselas, pero más no pudo hacer puues tuvo que esquivar al tipo que aún estaba montado.
—Tch—
Los sujetos no le estaban dando tiempo para pensar, pelear contra alguien a caballo era dificultoso y el otro matón no iba a tardar en reponerse. Estaba acorralado sin poder huir y aún estaba la presión del que fue al punto de control, la cosa no pintaba bien pero no era el momento para rendirse.
"Ya no soy el mismo inútil de antes"
—Ahhhhggg— Se quejó por lo bajo.
Ahora tenía tres agujas clavadas en el hombro derecho dificultándole la movilidad y los hombres lo sabían. Uno de ellos alzó la mano y señaló con los dedos hacia la dirección donde estaba la garita de control. Rápidamente otro de los jinetes empezó a cabalgar hacia ese lugar y el de ojos dispares chasqueó la lengua ante ello, si bien reducía el número de oponentes no podía permitirse por nada del mundo que aquellos que estuviesen en la garita terminasen lastimados.
Los dos restantes nuevamente le bombardearon con senbons pero en esta ocasión en vez de defenderse el de Taki optó por tomar una actitud mucho más ofensiva; realizó una finta para esquivar la lluvia de agujas mientras usaba su brazo sano para desenvainar y acercarse a uno de los bandoleros. Para cuando dió el tajo aparentemente no pasó nada, desconcertando a sus dos oponentes durante un par de segundos, pero en cuanto intentaron volver a la ofensiva se llevaron una sorpresa.
"...Tres, dos, uno."
De pronto uno de los matones experimento un dolor repentino y no sólo él, el caballo aparentemente también estaba lastimado, sacudiéndose por el susto y tumbando a su jinete al suelo. Aprovechando la distracción el kenjutsero tomó las agujas que tenía clavadas en la espalda para sacárselas, pero más no pudo hacer puues tuvo que esquivar al tipo que aún estaba montado.
—Tch—
Los sujetos no le estaban dando tiempo para pensar, pelear contra alguien a caballo era dificultoso y el otro matón no iba a tardar en reponerse. Estaba acorralado sin poder huir y aún estaba la presión del que fue al punto de control, la cosa no pintaba bien pero no era el momento para rendirse.
"Ya no soy el mismo inútil de antes"