23/05/2015, 17:18
El chico rubio parecía estar de acuerdo con la observación del peliblanco. Por lo que luego de que este entrara en la casa, le siguió sin rechistar.
La casa era un lugar bastante rustico y acogedor. Todo estaba hecho en madera oscura; la sillas, las mesas, las puertas, las paredes y el suelo. Otra cosa que llamaba la atención es que todos los muebles parecían estar hechos pensando en una persona extremadamente grande.
«No puede ser, todo es enorme… me pregunto ¿Cómo hará la familia de este sujeto para utilizar estos muebles?»
Aquella pregunta fue rápidamente respondida cuando desde el fondo de la habitación se acerco una mujer, podía ser una señora cualquiera, excepto por un detalle; Esta era casi tan grande como el sujeto que los había recibido en la puerta. La mujer pasó cerca de ellos y antes que el Ishimura pudiera decir algo, el chico que estaba a su lado se adelanto a darle un leve saludo, sin embargo la señora ni se inmuto. Lo único que obtuvieron por respuesta fue que ambos gigantes intercambiaran miradas.
«No se… Esto empieza a darme mala espina, pero también estoy muy curioso de saber qué es lo que traman y por qué se comportan así»
Mientras pensaba aquello el chico rubio se acerco un poco, y discretamente le pregunto si conocía aquellos sujetos.
—La verdad es que es la primera vez en mi vida que ando por esto lares, y no conozco a nadie —respondió con despreocupación—. Ahora si te preocupa esta pareja, creo que lo mejor será esperar a ver qué es lo que traman. Después de todo incluso en un lugar tan remoto, deben saber que significan nuestras bandanas, digo si yo me di cuenta que eras un shinobi de kusa, me imagino que ellos también.
—Eso al agregado de que ambos vamos armados —aseguro mientras sonreía.
La casa era un lugar bastante rustico y acogedor. Todo estaba hecho en madera oscura; la sillas, las mesas, las puertas, las paredes y el suelo. Otra cosa que llamaba la atención es que todos los muebles parecían estar hechos pensando en una persona extremadamente grande.
«No puede ser, todo es enorme… me pregunto ¿Cómo hará la familia de este sujeto para utilizar estos muebles?»
Aquella pregunta fue rápidamente respondida cuando desde el fondo de la habitación se acerco una mujer, podía ser una señora cualquiera, excepto por un detalle; Esta era casi tan grande como el sujeto que los había recibido en la puerta. La mujer pasó cerca de ellos y antes que el Ishimura pudiera decir algo, el chico que estaba a su lado se adelanto a darle un leve saludo, sin embargo la señora ni se inmuto. Lo único que obtuvieron por respuesta fue que ambos gigantes intercambiaran miradas.
«No se… Esto empieza a darme mala espina, pero también estoy muy curioso de saber qué es lo que traman y por qué se comportan así»
Mientras pensaba aquello el chico rubio se acerco un poco, y discretamente le pregunto si conocía aquellos sujetos.
—La verdad es que es la primera vez en mi vida que ando por esto lares, y no conozco a nadie —respondió con despreocupación—. Ahora si te preocupa esta pareja, creo que lo mejor será esperar a ver qué es lo que traman. Después de todo incluso en un lugar tan remoto, deben saber que significan nuestras bandanas, digo si yo me di cuenta que eras un shinobi de kusa, me imagino que ellos también.
—Eso al agregado de que ambos vamos armados —aseguro mientras sonreía.