3/09/2016, 16:52
Había pasado casi un año desde que Dante se habia convertido en gennin, 9 meses de soñar con este maravilloso y 244 días de ahorrar todo el dinero posible para hacerlo realidad. Hace una semana que había salido de su hogar para explorar todo el país del espiral y ver lugares que solo había visto en libros, aprendiendo cosas que de otro modo no habría podido aprender. En resumen: este viaje sería fantástico para el joven peliazul.
No hacía falta que prestase demasiada atención para darse cuenta de la gran diferencia que presentaba el sitio respecto a Uzushiogakure; la gente y la arquitectura distaban mucho de asemejarse a nada que haya visto antes. Pero lo más característico era el ambiente rural, un ambiente que a pesar de estar presente en muchos otros sitios, era extremadamente potente en aquel lugar. Casi tan potente como el olor a caca, pero no cualquier caca, no, esa mierda tenía el inconfundible olor a caca de vaca. Un aroma a caca tan sumamente potene que incluso era difícil ignorarlo.
Ugh, esto es tan... increible, tan... diferente, estoy seguro de que podré aprender muchas cosas aquí
Se dijo a si mismo mentalmente en un intento de mejorar la sitaución. Ya llevaba al menos 2 horas paseando por el lugar, estudiando todo lo que veía y apuntándolo en una libreta que guardaba dentro de una pequeña bolsa junto a su diario.
La gente parecía totalmente despreocupada. Desde la implementación del ferrocarril se ha hecho mucho más sencillo que turistas y viajeros accedan al lugar, así que ya parecían estar acostumbrados hasta cierto punto a ver extranjeros.
Pasó al menos una hora más para que el hambre fuese mayor que la sed de conocimiento de Dante y decidiera tomarse un descanso para comer y reponer energías. Con un rápido vistazo alrededor suyo el joven peliazul pudo divisar una casa, enorme en comparación a las demás y hecha de piedra. Pronto pudo ver a un joven entrar y en el momento en que pudo ver un par de mesas a través de la puerta supo que era ese el lugar al que tendría que ir.
A medida que se acercaba al joven genin se le abría cada vez más el apetito. Al contrario que el resto del lugar esa taberna causaba realmente buena impresión. El local tenía las paredes totalmente recubiertas de madera y cabezas de diversos animales que eran imposibles de ignorar para Dante, que se sentó con tranquilidad en una de las mesas. Esperando a ser atendido.
No hacía falta que prestase demasiada atención para darse cuenta de la gran diferencia que presentaba el sitio respecto a Uzushiogakure; la gente y la arquitectura distaban mucho de asemejarse a nada que haya visto antes. Pero lo más característico era el ambiente rural, un ambiente que a pesar de estar presente en muchos otros sitios, era extremadamente potente en aquel lugar. Casi tan potente como el olor a caca, pero no cualquier caca, no, esa mierda tenía el inconfundible olor a caca de vaca. Un aroma a caca tan sumamente potene que incluso era difícil ignorarlo.
Ugh, esto es tan... increible, tan... diferente, estoy seguro de que podré aprender muchas cosas aquí
Se dijo a si mismo mentalmente en un intento de mejorar la sitaución. Ya llevaba al menos 2 horas paseando por el lugar, estudiando todo lo que veía y apuntándolo en una libreta que guardaba dentro de una pequeña bolsa junto a su diario.
La gente parecía totalmente despreocupada. Desde la implementación del ferrocarril se ha hecho mucho más sencillo que turistas y viajeros accedan al lugar, así que ya parecían estar acostumbrados hasta cierto punto a ver extranjeros.
Pasó al menos una hora más para que el hambre fuese mayor que la sed de conocimiento de Dante y decidiera tomarse un descanso para comer y reponer energías. Con un rápido vistazo alrededor suyo el joven peliazul pudo divisar una casa, enorme en comparación a las demás y hecha de piedra. Pronto pudo ver a un joven entrar y en el momento en que pudo ver un par de mesas a través de la puerta supo que era ese el lugar al que tendría que ir.
A medida que se acercaba al joven genin se le abría cada vez más el apetito. Al contrario que el resto del lugar esa taberna causaba realmente buena impresión. El local tenía las paredes totalmente recubiertas de madera y cabezas de diversos animales que eran imposibles de ignorar para Dante, que se sentó con tranquilidad en una de las mesas. Esperando a ser atendido.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.