10/09/2016, 00:06
Esta kunoichi con su actitud es una proeza que estuviera viva, prueba más que irrefutable de que tendría que ser fuerte. Igual que un ciego compensa la imposibilidad de ver, desarrollando aún más el resto de sus sentidos funcionales. La muchachita habrá hecho lo mismo, su nula carisma y empatía debe haber sido compensada de alguna singular forma...La chica volvió a centrar su atención en mí.
—Solo son bandidos, ¿no puedes solo?— Respondió de malas maneras. Esta tía es un poco arrogante para su tan corta edad...bueno que mas da, no creo que sirva para nada más que ser un peón Pero bueno daba igual, solo quería patear el culo a esos ladrones. Por mi parte, sabía muy bien dejar a un lado el orgullo.
-Seguramente si Respondí sin inmutarme. -Pero tú debes ser de por aquí, seguro que conoces mejor este sitio que yo. Por lo menos, estarás más acostumbrada a moverte por aquí.
La cosa era que la kunoichi divagaba un poco bastante, como si diera vueltas a alguna especie de pensamiento recurrente. ¿Le pasará algo? Pero ya el colmo es lo que dijo a continuación, no se si se trataba de una especie broma...o no...
—¿Debería comer antes o después?——Koji me ha ordenado comer...—
-¿Eh? ¿Koji es tu padre? Pensé que sería lo más sensato, pero vete tu a saber. La verdad que era bastante rarita, cualquier cosa podría ser.
-Supongo que si tienes hambre deberías comer. De hecho, yo ahora mismo tengo mucha hambre. Me sinceré con aquella peculiar y alocada kunoichi. La cosa era, que desde que me senté en la barra nadie apareció tras ella para ver si deseábamos tomar algo.
Este sitio es muy extraño, a juego con su gente...igual de extraña...
Di un fuerte golpe con el puño en la barra, por si llamaba la atención de quien estuviera dentro de la despensa que se veía tras la barra. -¡Hola! ¿Hay alguien? ¡Queremos tomar algo! Quedé a la espera de alguna respuesta.
—Solo son bandidos, ¿no puedes solo?— Respondió de malas maneras. Esta tía es un poco arrogante para su tan corta edad...bueno que mas da, no creo que sirva para nada más que ser un peón Pero bueno daba igual, solo quería patear el culo a esos ladrones. Por mi parte, sabía muy bien dejar a un lado el orgullo.
-Seguramente si Respondí sin inmutarme. -Pero tú debes ser de por aquí, seguro que conoces mejor este sitio que yo. Por lo menos, estarás más acostumbrada a moverte por aquí.
La cosa era que la kunoichi divagaba un poco bastante, como si diera vueltas a alguna especie de pensamiento recurrente. ¿Le pasará algo? Pero ya el colmo es lo que dijo a continuación, no se si se trataba de una especie broma...o no...
—¿Debería comer antes o después?——Koji me ha ordenado comer...—
-¿Eh? ¿Koji es tu padre? Pensé que sería lo más sensato, pero vete tu a saber. La verdad que era bastante rarita, cualquier cosa podría ser.
-Supongo que si tienes hambre deberías comer. De hecho, yo ahora mismo tengo mucha hambre. Me sinceré con aquella peculiar y alocada kunoichi. La cosa era, que desde que me senté en la barra nadie apareció tras ella para ver si deseábamos tomar algo.
Este sitio es muy extraño, a juego con su gente...igual de extraña...
Di un fuerte golpe con el puño en la barra, por si llamaba la atención de quien estuviera dentro de la despensa que se veía tras la barra. -¡Hola! ¿Hay alguien? ¡Queremos tomar algo! Quedé a la espera de alguna respuesta.