10/09/2016, 20:34
Bueno una lastima, parece que evadió la pregunta de donde obtuvo aquella araña parlanchina llamada Kumopansa. Al parecer el inconveniente que le veía aquel shinobi era que hablaba un poco de más, un poco bastante de más.
— Ya veo, tienes suerte en ese sentido. Está muy bien que sepa hablar, pero a veces puede ser un arma de doble filo — Para mi gusto yo creía que exageraba demasiado, ¿Y lo entretenido que es tener un amigo de bolsillo?...mejor dicho, un amigo mochila.
-Bueno hombre, no creo que sea para tanto. Parece muy simpática. Respondí sonriente mientras comenzaba a hacer los primeros trazos de aquel singular dibujo. Mi ratón seguía sobre mi hombro siendo espectador de todo aquello, moviéndose y comportándose como si un ratón de carne y hueso se tratara.
A ver...a ver...un trazo por aquí...un poco más de negro para kumopancha. La cosa se va viendo bastante bien...
El dibujo iba viento en popa, era un tipo que dibujaba a una velocidad considerable, y elogios a parte estaba quedando bastante bien. Cuando les pregunté que quién era Kuromibojin se notaba a leguas que no tenía intención de soltar prenda. Pero estaba claro que sería otra araña parlanchina.
— Tan solo es una amiga —
No se dónde, pero en algún lugar hay más arañas molonas como esa. ¡Y yo quiero una!
-Eso supuse, una buena amiga... Respondía concentrado mientras daba toques al dibujo.
— Bueno, dibújanos ya. Este lugar es peligroso. Y ahora me metía prisa, como se nota que aquel muchacho sabía mucho de arañas, pero muy poco de arte. El arte requería un proceso, un tiempo. Algo a lo que no se podía meter prisa. Además dijo algo de peligroso, aquí no había nada peligroso.
- A ver Yota, si quieres un buen dibujo tienes que dejarme trabajar Sentencié con seriedad sin apartar la mirada del dibujo. -Además, ¿Aquí que va a ver nada peligroso?
Y parecía valiente y todo...
Era difícil determinar si en este bosque pudiera haber algo peligroso...como no fuera un animal salvaje o un asaltador de caminos. Bueno nada que supusiera un verdadero problema para dos shinobis y una super araña.
-Bueno Yota, cuéntame que hace un shinobi de Uzu tan lejos de su hogar...
— Ya veo, tienes suerte en ese sentido. Está muy bien que sepa hablar, pero a veces puede ser un arma de doble filo — Para mi gusto yo creía que exageraba demasiado, ¿Y lo entretenido que es tener un amigo de bolsillo?...mejor dicho, un amigo mochila.
-Bueno hombre, no creo que sea para tanto. Parece muy simpática. Respondí sonriente mientras comenzaba a hacer los primeros trazos de aquel singular dibujo. Mi ratón seguía sobre mi hombro siendo espectador de todo aquello, moviéndose y comportándose como si un ratón de carne y hueso se tratara.
A ver...a ver...un trazo por aquí...un poco más de negro para kumopancha. La cosa se va viendo bastante bien...
El dibujo iba viento en popa, era un tipo que dibujaba a una velocidad considerable, y elogios a parte estaba quedando bastante bien. Cuando les pregunté que quién era Kuromibojin se notaba a leguas que no tenía intención de soltar prenda. Pero estaba claro que sería otra araña parlanchina.
— Tan solo es una amiga —
No se dónde, pero en algún lugar hay más arañas molonas como esa. ¡Y yo quiero una!
-Eso supuse, una buena amiga... Respondía concentrado mientras daba toques al dibujo.
— Bueno, dibújanos ya. Este lugar es peligroso. Y ahora me metía prisa, como se nota que aquel muchacho sabía mucho de arañas, pero muy poco de arte. El arte requería un proceso, un tiempo. Algo a lo que no se podía meter prisa. Además dijo algo de peligroso, aquí no había nada peligroso.
- A ver Yota, si quieres un buen dibujo tienes que dejarme trabajar Sentencié con seriedad sin apartar la mirada del dibujo. -Además, ¿Aquí que va a ver nada peligroso?
Y parecía valiente y todo...
Era difícil determinar si en este bosque pudiera haber algo peligroso...como no fuera un animal salvaje o un asaltador de caminos. Bueno nada que supusiera un verdadero problema para dos shinobis y una super araña.
-Bueno Yota, cuéntame que hace un shinobi de Uzu tan lejos de su hogar...