12/09/2016, 11:20
—Encima que me estoy esforzando por ser amable—
¡Pero qué! ¡La madre que la parió!
No pude evitar reírme y tomarme a cachondeo el vago intento de Thomoe de hacerse la victima. Pero es que todavía había más...que no va y dice que va ayudarme a ser el héroe y salir vivo.
Y yo que pensaba que sería al revés...lo que hay que oír
—Deberías estar agradecido, mal educado— Y ya para rematar va y suelta eso. Me estaba recuperando de las risas de antes, pero con esto, volví a reírme pero bien.
-No...,no... Decía tratando de tomar aire, después de tanto cachondeo. -¡ja Ja! si en el fondo tienes hasta encanto y todo ¡Ja ja ja!
Dejando las risas a un lado, ya que hora de trabajar, una vez determinada la ubicación de los bandidos a Thomoe le pareció absurdo y ridículo que estuvieran tan expuestos. Yo quise pensar más negativamente, como por ejemplo que fueran un pequeño ejercito o bandidos fuera de serie.
-Deberíamos ser prudentes, deben de ser muchos o algo tendrán para estar ahí. Que otra cosa podía ser sino...
Yendo hacía nuestro destino, acabamos en el bosque siguiendo el río por nuestra derecha. Entre el ruido del agua embravecida, la tormenta que iluminaba el cielo de cuando en cuando con un sonoro relámpago...desapareciendo esa oscuridad total que reinaba, hasta podría afirmar que me guiaba cuando los relámpagos iluminaban escasos segundos el entorno...
A veces la vida es una de cal y otra de arena...
Encima Thomoe seguía bromista...que si apenas llueve...que esto no tiene nada de tormentas...-Si esto no es una tormenta, que venga y baje el Dios que veneres y lo vea...
Charcos y barro cenagoso por todas partes, era una proeza dar dos pasos seguidos sin quedarse atrapado en el lodazal. Y encima va y la pequeña me llamaba lento...
-Oye que si quieres ir delante...a mi no me importa...
Fuera como fuere, después de seguir durante media hora el río, ya se podía ver en el horizonte unas débiles luces que estaban completamente fuera de lugar. Hice un gesto de alto a Thomoe, supuse que ya habría visto aquello...
!Hombre por favor¡ ¡Pero si es Thome la magnífica! La que todo lo puede...
- Voy a mandar unos espías...
Aparté mi túnica mojada y embarrada hasta los topes, y accedí a mi portaobjetos. De ahí saqué mi kit de dibujo y mi makimono. Ataviado con mi pincel, hice unos garabatos.
-Ninpou: Chōjū Giga: Nezumi
Del papel comenzaron a brotar violentamente alrededor de una decena ratas, salieron y se dispersaron por el bosque.
-Ya podemos seguir. Le indiqué a Thomoe.
¡Pero qué! ¡La madre que la parió!
No pude evitar reírme y tomarme a cachondeo el vago intento de Thomoe de hacerse la victima. Pero es que todavía había más...que no va y dice que va ayudarme a ser el héroe y salir vivo.
Y yo que pensaba que sería al revés...lo que hay que oír
—Deberías estar agradecido, mal educado— Y ya para rematar va y suelta eso. Me estaba recuperando de las risas de antes, pero con esto, volví a reírme pero bien.
-No...,no... Decía tratando de tomar aire, después de tanto cachondeo. -¡ja Ja! si en el fondo tienes hasta encanto y todo ¡Ja ja ja!
Dejando las risas a un lado, ya que hora de trabajar, una vez determinada la ubicación de los bandidos a Thomoe le pareció absurdo y ridículo que estuvieran tan expuestos. Yo quise pensar más negativamente, como por ejemplo que fueran un pequeño ejercito o bandidos fuera de serie.
-Deberíamos ser prudentes, deben de ser muchos o algo tendrán para estar ahí. Que otra cosa podía ser sino...
Yendo hacía nuestro destino, acabamos en el bosque siguiendo el río por nuestra derecha. Entre el ruido del agua embravecida, la tormenta que iluminaba el cielo de cuando en cuando con un sonoro relámpago...desapareciendo esa oscuridad total que reinaba, hasta podría afirmar que me guiaba cuando los relámpagos iluminaban escasos segundos el entorno...
A veces la vida es una de cal y otra de arena...
Encima Thomoe seguía bromista...que si apenas llueve...que esto no tiene nada de tormentas...-Si esto no es una tormenta, que venga y baje el Dios que veneres y lo vea...
Charcos y barro cenagoso por todas partes, era una proeza dar dos pasos seguidos sin quedarse atrapado en el lodazal. Y encima va y la pequeña me llamaba lento...
-Oye que si quieres ir delante...a mi no me importa...
Fuera como fuere, después de seguir durante media hora el río, ya se podía ver en el horizonte unas débiles luces que estaban completamente fuera de lugar. Hice un gesto de alto a Thomoe, supuse que ya habría visto aquello...
!Hombre por favor¡ ¡Pero si es Thome la magnífica! La que todo lo puede...
- Voy a mandar unos espías...
Aparté mi túnica mojada y embarrada hasta los topes, y accedí a mi portaobjetos. De ahí saqué mi kit de dibujo y mi makimono. Ataviado con mi pincel, hice unos garabatos.
-Ninpou: Chōjū Giga: Nezumi
Del papel comenzaron a brotar violentamente alrededor de una decena ratas, salieron y se dispersaron por el bosque.
-Ya podemos seguir. Le indiqué a Thomoe.