15/09/2016, 04:52
"Inaudito"
Aquella situación lo tenía bastante alterado. Empezaba a temer que hubieran tomado el tren, más que sospechar lo daba casi por hecho.
—¡Hey. ¡Camina bastardo!— Le apremió uno de los matones que le escoltaban al ver que el Takanashi se había quedado medio atontado con todo el asunto —No te quedes ahí parado. ¡Anda!
La verdad es que la caminata lo tenía fatigado a más no poder, el sol de mediodía era insoportable y tras recorrer las vías del tren apenas si podía dar otro paso más. Los pies le pesaban y tenía una sed del demonio, pero se las arreglaba para mantenerse parado. Le obligaron a acercarse al resto del grupo y luego le propinaron un empujón que le hizo caer bruscamente al suelo, comiéndose algo de la arena que se había levantado en el proceso.
—¡Puaj, ahhg, puaj!— Trataba de escupir.
—Esperaba verte de nuevo… Pero no tan prontamente— Aquel tono relajado era más que familiar. Efectivamente, ahora se encontraba cara a cara con el peliblanco—¿Cómo es que has terminado haciéndome compañía en semejante situación, Tatsuya?— Le inquirió por lo bajo su viejo amigo.
—Eso mismo iba a preguntarte yo a tí— No tuvo necesidad de bajar la voz, su garganta estaba tan seca que le costaba hablar de por sí —Te explicaría la situación de no ser porque no se que demonios está pasando aquí.
No parecía un asalto normal a un tren de pasajeros, si quisieran bien podrían haber tomado las pertenencias de los pasajeros e irse, pero en vez de eso habían tomado rehenes. Simplemente no cuadraba.
Aquella situación lo tenía bastante alterado. Empezaba a temer que hubieran tomado el tren, más que sospechar lo daba casi por hecho.
—¡Hey. ¡Camina bastardo!— Le apremió uno de los matones que le escoltaban al ver que el Takanashi se había quedado medio atontado con todo el asunto —No te quedes ahí parado. ¡Anda!
La verdad es que la caminata lo tenía fatigado a más no poder, el sol de mediodía era insoportable y tras recorrer las vías del tren apenas si podía dar otro paso más. Los pies le pesaban y tenía una sed del demonio, pero se las arreglaba para mantenerse parado. Le obligaron a acercarse al resto del grupo y luego le propinaron un empujón que le hizo caer bruscamente al suelo, comiéndose algo de la arena que se había levantado en el proceso.
—¡Puaj, ahhg, puaj!— Trataba de escupir.
—Esperaba verte de nuevo… Pero no tan prontamente— Aquel tono relajado era más que familiar. Efectivamente, ahora se encontraba cara a cara con el peliblanco—¿Cómo es que has terminado haciéndome compañía en semejante situación, Tatsuya?— Le inquirió por lo bajo su viejo amigo.
—Eso mismo iba a preguntarte yo a tí— No tuvo necesidad de bajar la voz, su garganta estaba tan seca que le costaba hablar de por sí —Te explicaría la situación de no ser porque no se que demonios está pasando aquí.
No parecía un asalto normal a un tren de pasajeros, si quisieran bien podrían haber tomado las pertenencias de los pasajeros e irse, pero en vez de eso habían tomado rehenes. Simplemente no cuadraba.