26/09/2016, 11:31
—Dibujar ratas no se te da bien..pero los leones aún peor... parece un perro— Dijo mientras aceptaba y subía sobre mi creación de tinta "perfecta"
-¡Deja que quejarte y sube! Terminé mi queja con un profundo suspiro
—Parece funcional, me fiaré de ti... pero no te acostumbres—
Mira que es cansina...
-Es muy funcional, tu dedícate a lanzar tus cuchillitos mientras mi bestia te da cobertura y te posiciona al alcance de los bandidos. Mientras le comentaba, las ratas salían a toda velocidad a través del muro en busca de los arqueros.
—¿Cómo hago que esta cosa se mueva?— Nada más comentar esto, la bestia se movió con paso firme y veloz al encuentro de los bandidos, que all ver aquella bestia en pose desafiante se pararon en seco de un buen susto. La bestia rugió y los bandidos dieron un paso atrás.
-¿¡Que cojones es eso!? Dijo uno de los bandidos que sostenía un misero kunai.
-¡Es un monstruo! ¡Y hay un niña encima! Exclamó otro con miedo, al encontrarse con algo que jamás hubiera imaginado.
A pesar de todo, el miedo provocó que aflorara el instinto de supervivencia en aquellos bandidos que gracias a un subidón de adrenalina, saltaron a la carga a lo loco y sin pensar demasiado.
-¡AHhhHh! Gritó uno de las bandidos que portaba un kodachi, mientras corrió hacía la bestia con el arma por delante. Mas que sostener un arma parecía que llevaba un escudo.
La bestia no tuvo más que dar un salto para esquivar a aquel bandido. Los demás aún no sabían muy bien que hacer, se miraron por un instante a las caras. Y finalmente dieron el paso, y decidieron atacar dubitativos.
Mientras tanto, se oía desde el muro como los arqueros estaban en aprietos. Gritaban de dolor y parecía que llevaban una pelea que nada tenía que ver con aquello.
-¡Ahhh!¡Ratas!¡Mis ojos!
-¡Deja que quejarte y sube! Terminé mi queja con un profundo suspiro
—Parece funcional, me fiaré de ti... pero no te acostumbres—
Mira que es cansina...
-Es muy funcional, tu dedícate a lanzar tus cuchillitos mientras mi bestia te da cobertura y te posiciona al alcance de los bandidos. Mientras le comentaba, las ratas salían a toda velocidad a través del muro en busca de los arqueros.
—¿Cómo hago que esta cosa se mueva?— Nada más comentar esto, la bestia se movió con paso firme y veloz al encuentro de los bandidos, que all ver aquella bestia en pose desafiante se pararon en seco de un buen susto. La bestia rugió y los bandidos dieron un paso atrás.
-¿¡Que cojones es eso!? Dijo uno de los bandidos que sostenía un misero kunai.
-¡Es un monstruo! ¡Y hay un niña encima! Exclamó otro con miedo, al encontrarse con algo que jamás hubiera imaginado.
A pesar de todo, el miedo provocó que aflorara el instinto de supervivencia en aquellos bandidos que gracias a un subidón de adrenalina, saltaron a la carga a lo loco y sin pensar demasiado.
-¡AHhhHh! Gritó uno de las bandidos que portaba un kodachi, mientras corrió hacía la bestia con el arma por delante. Mas que sostener un arma parecía que llevaba un escudo.
La bestia no tuvo más que dar un salto para esquivar a aquel bandido. Los demás aún no sabían muy bien que hacer, se miraron por un instante a las caras. Y finalmente dieron el paso, y decidieron atacar dubitativos.
Mientras tanto, se oía desde el muro como los arqueros estaban en aprietos. Gritaban de dolor y parecía que llevaban una pelea que nada tenía que ver con aquello.
-¡Ahhh!¡Ratas!¡Mis ojos!