5/10/2016, 16:45
Todo sucedió muy rápido, lo suficiente claro y decisivo para saber que los bandidos que tuvieron que hacer frente a nuestra intromisión eran únicamente carne de cañón. No tenían ningún tipo de formación de combate, eso se veía a leguas. Solo contaban con la superioridad numérica, pero pronto se darían cuenta de su error. Nada más el león de tinta ejecutó su salto evasivo, Tomoe llevo a cabo su primer y devastador ataque, el bandido que tomó la vanguardia cayó bruces contra el suelo al toparse con el pequeño e invisible hilo shinobi, pero no solo comió el barro mojado que le esperaba en el suelo. También le apuñaló a la altura de la garganta el kunai que estaba atado en uno de los extremos del hilo. Y antes de que este pudiera reaccionar de alguna manera, Tomoe lanzó un shuriken que impactó con precisión en su nuca dejando al primer bandido fuera de combate en el acto.
Los bandidos restantes, tardaron en reaccionar y nada pudieron hacer por ayudar a su compañero. Pero si aunaron valor suficiente para continuar con su plan de ataque, que es que se le podía llamar plan...parecía ser que su estrategia se basaba en ir a por todas sin pensar. Desde mi punto de visto me parecía una idea estupenda, así todo sería mucho más rápido de lo que imaginé en un primer momento.
Quedaban cinco bandidos en pie y Tomoe nada más acabar con su primera baja, realizó unos sellos con las manos, canalizó y moldeó su chakra en el elemento fuego, trazando cinco proyectiles ígneos que alcanzó de lleno al bandido que estaba justo en medio del grupo. A pesar de la lluvia, permaneció en llamas unos segundos. Por un momento el entorno se iluminó y la pobre pira humana comenzó a correr como un pollo sin cabeza y a gritar con desesperación buscando la manera de deshacerse de las llamas que comían sus ropas y su carne.
Esto no fue bueno para la moral de los cuatro bandidos que quedaban todavía en pie, que como era de esperar se alejaron de su camarada en llamas para no recibir daño alguno del fuego que le consumía sin piedad.
-¡Joder! ¡Yo me largo de aquí! Exclamó uno de los bandidos dando por asumido que su muerte estaba asegurada si permanecía ahí. Seguidamente comenzó a correr en dirección a la oscuridad
Ahora la situación era la siguiente, quedaban 3 bandidos en pie, uno estaba huyendo, y los otros dos estaban o muertos o lo suficientemente heridos para no levantarse en una temporada.
Los bandidos restantes, tardaron en reaccionar y nada pudieron hacer por ayudar a su compañero. Pero si aunaron valor suficiente para continuar con su plan de ataque, que es que se le podía llamar plan...parecía ser que su estrategia se basaba en ir a por todas sin pensar. Desde mi punto de visto me parecía una idea estupenda, así todo sería mucho más rápido de lo que imaginé en un primer momento.
Quedaban cinco bandidos en pie y Tomoe nada más acabar con su primera baja, realizó unos sellos con las manos, canalizó y moldeó su chakra en el elemento fuego, trazando cinco proyectiles ígneos que alcanzó de lleno al bandido que estaba justo en medio del grupo. A pesar de la lluvia, permaneció en llamas unos segundos. Por un momento el entorno se iluminó y la pobre pira humana comenzó a correr como un pollo sin cabeza y a gritar con desesperación buscando la manera de deshacerse de las llamas que comían sus ropas y su carne.
Esto no fue bueno para la moral de los cuatro bandidos que quedaban todavía en pie, que como era de esperar se alejaron de su camarada en llamas para no recibir daño alguno del fuego que le consumía sin piedad.
-¡Joder! ¡Yo me largo de aquí! Exclamó uno de los bandidos dando por asumido que su muerte estaba asegurada si permanecía ahí. Seguidamente comenzó a correr en dirección a la oscuridad
Ahora la situación era la siguiente, quedaban 3 bandidos en pie, uno estaba huyendo, y los otros dos estaban o muertos o lo suficientemente heridos para no levantarse en una temporada.