26/05/2015, 17:06
-Tienes toda la razón. Pero supongo que tu hermano no habrá encontrado todavía la motivación que necesita para entrenar y poder aprovechar su potencial. Quizás necesite proponerse una meta, yo lo hice y, eso me ayudó a que no me descarriara más de lo que ya estoy jaja. Dije seriamente, acabando la frase con una breve carcajada.
Y todo quedó dicho, tenía pendiente hacer de guía turístico a Yota la próxima vez que fuera al país de la Hierba. Le advertí que no encontraría edificios tan impresionantes pero, Tane-Shigai tenía un toque mágico que hacía muy interesante visitarla al menos una vez en la vida.
Comenzamos nuestra travesía nuevamente por las calles de Yamiria y poco a poco nos íbamos alejando del centro, hasta que abandonamos la ciudad. Entendí que no vería ningún dojo impresionante, pero pude alegrar los ojos con una bonita vista al mar, caminamos sobre la arena. Los pies se me hundían en ella, y es cuando pensé que en la playa podría ser sin duda un sitio ideal para entrenar la resistencia física y mi velocidad punta.
-Si me gusta sin duda. Pero tenía en mente un dojo con un monton de alumnos y senseis entrenando. Mire a mi alrededor, por la época que era había alguna que otra persona disfrutando de la playa, aunque a lo lejos. -¿Que quieres un combate conmigo? Pregunté extrañado.
Y todo quedó dicho, tenía pendiente hacer de guía turístico a Yota la próxima vez que fuera al país de la Hierba. Le advertí que no encontraría edificios tan impresionantes pero, Tane-Shigai tenía un toque mágico que hacía muy interesante visitarla al menos una vez en la vida.
Comenzamos nuestra travesía nuevamente por las calles de Yamiria y poco a poco nos íbamos alejando del centro, hasta que abandonamos la ciudad. Entendí que no vería ningún dojo impresionante, pero pude alegrar los ojos con una bonita vista al mar, caminamos sobre la arena. Los pies se me hundían en ella, y es cuando pensé que en la playa podría ser sin duda un sitio ideal para entrenar la resistencia física y mi velocidad punta.
-Si me gusta sin duda. Pero tenía en mente un dojo con un monton de alumnos y senseis entrenando. Mire a mi alrededor, por la época que era había alguna que otra persona disfrutando de la playa, aunque a lo lejos. -¿Que quieres un combate conmigo? Pregunté extrañado.