Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#47
Sin... comentarios. —Las palabras del Ishimura sonaban serenas, pero necesito de todo su temple para dar una respuesta que no incitara al conflicto.

Lo cierto era que… Deseaba levantarse y desenvainar su espada. Sentía la necesidad de acabar con todos y pintar de carmesí las doradas arenas del desierto. Pero aquel anhelo yacía al otro lado de un profundo río de posibilidades en contra cuyas aguas lucían oscuras y feroces.

«Es poco probable que salgamos vivos si trato de comenzar una pelea», pensó con desagrado.

«Pero promete ser una pelea tan fantástica. Puedo intuirlo por la curiosa mezcla de temor y emoción que se arremolina en tu corazón» Las palabras de Bohimei eran tan ciertas que poco servía el negarlas o reafirmarlas, solo quedaba seguirle la corriente.

Las cosas no eran tan sencillas, pues habían muchos factores a tomar en cuenta: El primero era que estaban rodeados por sujetos que no tendrían problemas en matarlos. Enfrentarlos sería la parte más sencilla, pero tendrían que asesinarlos sin dudar en su cometido, pues un instante de duda, piedad o miedo, sería suficiente para condenarlos a ambos. Kazuma sabía que todos eran bandidos, por lo que no le temblaría el pulso, pero Tatsuya… Por alguna razón, parecía del tipo al cual a veces le gana su lado piadoso. El segundo eran aquellos dos sujetos que lucían fuertes. A simple vista se hacía evidente que no serían tan hábiles como dos ninjas con entrenamiento formal y con una capacidad de combate reconocible. Pero este par tenía mucho tiempo sin luchar el uno junto al otro, por lo que no conocían las fortalezas y debilidades de su compañero. Además, era de suponer que su trabajo en equipo sería deficiente, más que todo por la falta de experiencia.

«Ese par no luce tan fuerte como nosotros, sí, pero no es todo lo que son: Se ve que están acostumbrados a combatir sin guardarse nada de su brutalidad y sadismo. También, se siente como si se conocieran de hace mucho, como si fueran bastante cercanos. De seguro han estado en muchas peleas en las cuales han dependido el uno del otro, pero…»

«Pero, si llegan a enfrentarlos en un combate dual, es seguro que utilizaran su experiencia y trabajo en equipo para avasallarlos. Eso, inevitablemente, terminaría en la muerte de ustedes dos» Una cruda e ineludible verdad que llevaba consigo una pequeña esperanza.

«Pero si los separamos. Si dividimos su fuerza. Si anulamos su ventaja… Entonces, aunque la lucha pudiese ser dura, tendríamos posibilidades de ganarles»

Es hora de movernos —rugió el de barba blanca—. Nos acompañarán unos diez hombres armados con ballestas, los demás terminen de saquear el tren y luego retírense a la guarida.

¡Esperen, ¿a dónde nos llevan?! —preguntó el peliblanco en cuanto comenzaron a empujarlo con la afilada punta de una ballesta.

Estaban tomando una actitud bastante desconcertante, pues si querían matarlos bien podrían hacerlo allí mismo, como a los otros. Si querían secuestrarlos y pedir un rescate, resultaría fácil el encerrarlos en su escondite, pero las órdenes en forma de gritos habían bien dejado claro que irían a otro lugar.

No te preocupes, aun no, pues solo les vamos a llevar hasta nuestro bufete de negocios, un lugar fresco con una vista grandiosa y con excelente entretenimiento —le aseguro mientras, confianzudamente posaba el brazo por sobre su hombro.

«Suena como si nos fueran a llevar a un escondite»

Solo falta una cosa —dijo mientras colocaba una bolsa de tela negra en la cabeza del de ojos grises—. Ahora te toca a ti —exclamó mientras se acercaba al de cabellos negros.

Parecía ser de una especie de tela especialmente hecha para el uso que le estaban dando. Era ligera y se podía respirar con facilidad, pero resultaba imposible el ver algo más allá de dos metros. Sin embargo, cumplía la función de dificultar cualquier intento hostil por parte de los cautivos.

Ahora, solo les quedaba el aceptar la capucha y el camino por el cual ahora les obligarían a ir. Solo les quedaba caminar bajo el ardiente sol de Kase no Kuni
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder


Mensajes en este tema
RE: Erase una vez en el País del Viento - por Hanamura Kazuma - 13/10/2016, 03:24


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.