26/05/2015, 21:09
Tomoe escuchó sin inmutarse la respuesta del muchacho que parecía haber cambiado la táctica, de su mojigato tono anterior parecía que ahora pretendía ser un tipo duro. Aún así, el chico no tenía intenciones de dejarse avasallar por la kunoichi.
"Parece que el chico tiene agallas" tuvo que reconcer la Uchiha "Pero no parece muy inteligente..." el de Uzushio había desenbuchado todo casi sin presionarle, eso era síntoma de que quería evitar una confrontación a toda costa a pesar de sus palabras
—¿Así que estás aquí de turismo?— la pelinegra ladeo la cabeza levemente hacia la derecha, echando una rápida mirada a las infinitas llanuras azotadas por aquella inmisericorde tormenta —En medio de la nada— la chica volvió a clavar sus ojos en los de su interlocutor —¿Siempre tienes tan mal gusto para elegir tus destinos de vacaciones?— se burló la muchacha esbozando una fría y fugaz sonrisa —Y, aunque me encanta nuestra conversación, me temo que debo invitarte a volver por donde has venido de nuevo— la chica deslizo suavemente su mano derecha hasta su portaobjetos —Por si no lo pillas, te aclararé que te estoy echando— desabrocho la tapa e introdujo la mano en el interior —No nos gustan los extranjeros por estas tierras y menos los que se creen graciosos— la chica miraba fríamente al Ishimura
"Parece que el chico tiene agallas" tuvo que reconcer la Uchiha "Pero no parece muy inteligente..." el de Uzushio había desenbuchado todo casi sin presionarle, eso era síntoma de que quería evitar una confrontación a toda costa a pesar de sus palabras
—¿Así que estás aquí de turismo?— la pelinegra ladeo la cabeza levemente hacia la derecha, echando una rápida mirada a las infinitas llanuras azotadas por aquella inmisericorde tormenta —En medio de la nada— la chica volvió a clavar sus ojos en los de su interlocutor —¿Siempre tienes tan mal gusto para elegir tus destinos de vacaciones?— se burló la muchacha esbozando una fría y fugaz sonrisa —Y, aunque me encanta nuestra conversación, me temo que debo invitarte a volver por donde has venido de nuevo— la chica deslizo suavemente su mano derecha hasta su portaobjetos —Por si no lo pillas, te aclararé que te estoy echando— desabrocho la tapa e introdujo la mano en el interior —No nos gustan los extranjeros por estas tierras y menos los que se creen graciosos— la chica miraba fríamente al Ishimura