14/10/2016, 17:12
En su interior dejó escapar un suspiro de alivio, las palabras del bedel lo habían dejado con la satisfacción de que su plan podría concretarse sin mayores dilemas. Hizo una formal reverencia en señal de respeto pero sobretodo de agradecimiento.
Se lo agradezco, señor.
Dijo acompañando el gesto que realizaba. Lo siguiente que captaría su atención sería el comentario sobre la suerte que había tenido el ratero de Urasaki, si el destino hubiese sido un poco mas generoso, con la kunoichi, el tipo probablemente no podría volver a pararse sobre sus pies nuevamente. Dicho sea de paso, la Uchiha se había mantenido callada por el tiempo suficiente como para hacer sospechar al joven médico.
No creo que se atreva a atacar a Urasaki aquí dentro...
Pensaba apreciando como se lamentaba el palazo en la cabeza. Entonces el bedel dejaría la escena un momento tras unas palabras.
Parece que te has ganado cierta fama con tus armas...
Comentó a la pelimorada, reconociendo sus habilidades con las kunai en base a lo que había dicho el bedel, a fin de cuentas la niña no dejaba de ser una persona y como buena artesana de la guerra, podía llegar a tener sus fallos. Sin embargo y a pesar de todo, había un detalle que no debía pasar por alto.
¿Está tu cabeza bien?
Preguntó a la niña con la actitud tan repelente que tenía a unos metros, no le agradaba tener que involucrarse mas con la Uchiha pero no podía hacer la vista gorda al tremendo golpe que le habían dado, algo asi como un debe mayor como médico era lo que lo estaba guiando en aquel instante.
Se lo agradezco, señor.
Dijo acompañando el gesto que realizaba. Lo siguiente que captaría su atención sería el comentario sobre la suerte que había tenido el ratero de Urasaki, si el destino hubiese sido un poco mas generoso, con la kunoichi, el tipo probablemente no podría volver a pararse sobre sus pies nuevamente. Dicho sea de paso, la Uchiha se había mantenido callada por el tiempo suficiente como para hacer sospechar al joven médico.
No creo que se atreva a atacar a Urasaki aquí dentro...
Pensaba apreciando como se lamentaba el palazo en la cabeza. Entonces el bedel dejaría la escena un momento tras unas palabras.
Parece que te has ganado cierta fama con tus armas...
Comentó a la pelimorada, reconociendo sus habilidades con las kunai en base a lo que había dicho el bedel, a fin de cuentas la niña no dejaba de ser una persona y como buena artesana de la guerra, podía llegar a tener sus fallos. Sin embargo y a pesar de todo, había un detalle que no debía pasar por alto.
¿Está tu cabeza bien?
Preguntó a la niña con la actitud tan repelente que tenía a unos metros, no le agradaba tener que involucrarse mas con la Uchiha pero no podía hacer la vista gorda al tremendo golpe que le habían dado, algo asi como un debe mayor como médico era lo que lo estaba guiando en aquel instante.