20/10/2016, 10:39
-Obra digna de un maestro. Los has limpiado a la perfección, tan bien, que dan ganas de comerlos crudos ¡Haha!.
El muchacho de Taki elogió el cómo había dejado los pescados, listos para asar y comer, probablemente como forma de agradecimiento por haber limpiado los que él había pescado. Riko se ruborizó levemente, aunque, debido a su tono de piel, no era algo fácil de distinguir.
— Gracias, gracias. — Dijo el muchacho, quitándole importancia con la mano.
Rápidamente los dos jóvenes empezaron a colocar los peces al fuegos, por lo que solo les quedaba esperar a que estuvieran bien cocinados para darse un atracón de los buenos, así que, ¿qué mejor que un poco de charla para amenizar la espera?
-Pues...nada a veces le doy demasiado vueltas a la cabeza, me ayuda a pensar cuando camino....pero a veces...pues como que se me va el Santo al cielo y acabo como un poco lejos...
''Vaya, sí que se mete en sí mismo cuando camina entonces.''
Riko decidió no contestar, porque veía que la explicación del genin de Taki no acababa ahí, por lo que decidió que era mejor dejarle acabar, y así fue, seguidamente, Yoshi comenzó a relatar qué era lo que le tenía preocupado.
-... No es por elogiarte, pero se te ve un tipo muy fuerte. Seguro que no debes tener el mismo problema que yo. Terminó de explicar el joven.
El de rastas quedó pensativo un momento.
— Ya... Sé a lo que te refieres, yo he pasado por lo mismo, pero cambié de mentalidad, y me dediqué en cuerpo y alma a entrenar, ¿sabes? Me he tirado un año prácticamente entero sin salir de mi casa, únicamente entrenando, por eso quizás se me ve fuerte. — Explicó Riko. — Tampoco hay que agobiarse por eso, no te preocupes demasiado, que tampoco es bueno.
El de Uzushio se quedó por unos instantes callado, y de repente, se le ocurrió un idea.
— Mira, este es un gran sitio para entrenar un poco, ¿qué te parece si después de comer entrenamos un poco los dos? — Ofreció.
El muchacho de Taki elogió el cómo había dejado los pescados, listos para asar y comer, probablemente como forma de agradecimiento por haber limpiado los que él había pescado. Riko se ruborizó levemente, aunque, debido a su tono de piel, no era algo fácil de distinguir.
— Gracias, gracias. — Dijo el muchacho, quitándole importancia con la mano.
Rápidamente los dos jóvenes empezaron a colocar los peces al fuegos, por lo que solo les quedaba esperar a que estuvieran bien cocinados para darse un atracón de los buenos, así que, ¿qué mejor que un poco de charla para amenizar la espera?
-Pues...nada a veces le doy demasiado vueltas a la cabeza, me ayuda a pensar cuando camino....pero a veces...pues como que se me va el Santo al cielo y acabo como un poco lejos...
''Vaya, sí que se mete en sí mismo cuando camina entonces.''
Riko decidió no contestar, porque veía que la explicación del genin de Taki no acababa ahí, por lo que decidió que era mejor dejarle acabar, y así fue, seguidamente, Yoshi comenzó a relatar qué era lo que le tenía preocupado.
-... No es por elogiarte, pero se te ve un tipo muy fuerte. Seguro que no debes tener el mismo problema que yo. Terminó de explicar el joven.
El de rastas quedó pensativo un momento.
— Ya... Sé a lo que te refieres, yo he pasado por lo mismo, pero cambié de mentalidad, y me dediqué en cuerpo y alma a entrenar, ¿sabes? Me he tirado un año prácticamente entero sin salir de mi casa, únicamente entrenando, por eso quizás se me ve fuerte. — Explicó Riko. — Tampoco hay que agobiarse por eso, no te preocupes demasiado, que tampoco es bueno.
El de Uzushio se quedó por unos instantes callado, y de repente, se le ocurrió un idea.
— Mira, este es un gran sitio para entrenar un poco, ¿qué te parece si después de comer entrenamos un poco los dos? — Ofreció.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»