20/10/2016, 16:33
— Bueno, realmente no era por dedicación, era por... matar el tiempo podría decir.
-¡Ahhhh! Expresé únicamente. Aún así el asunto radicaba en lo mismo, en matar el tiempo. Lo único era que había que hacerlo empleándolo en cosas útiles y no malgastar un tiempo valioso en asuntos fútiles.
Riko escuchó mi comentario y parecía que ya entendía mi punto de vista. No había nada que me me diera tanto dolor de cabeza, que saber que algo grande y malo iba ocurrir, pero no saber cuando. Es como si hubiera que estar siempre en guardia, siempre preparado para algo que se me antojaba como inevitable y bastante jodido.
— Sí... Tienes razón...
Los peces ya casi estaban, Riko propuso que entrenáramos, y yo paranoico de mí pensaba que quería alguna especie de combate amistoso. Pero nada más lejos de la realidad...
— No, no, no me refería a un combate, me refería a tu y yo, cada uno por su cuenta, entrenar sus cosas, ¿entiendes?
¡Ufff! ¡Menos mal! ya temía por mis preciados dientecillos Respiré aliviado.
-¡Anda! Si si. Me llevé las manos a la cabeza por un instante por mi error. -¡Claro claro! De hecho lo estoy haciendo, incluso ahora. Mi especialidad es un tanto singular...ya sabes...los peces que viste en el río. Le explicaba mientras inspeccionaba la cocción de los peces con uno de los palos.
Esto marcha francamente bien
— Esto ya casi está.
-Y que lo digas...y que lo digas...dicen que el pescado es muy bueno para el cerebro, eso también es un músculo que no hay que olvidar de entrenar ¡Ja ja!. Reí emocionado mientras me frotaba las manos saboreando ya la comida por el buen olor que desprendían.
-¡Ahhhh! Expresé únicamente. Aún así el asunto radicaba en lo mismo, en matar el tiempo. Lo único era que había que hacerlo empleándolo en cosas útiles y no malgastar un tiempo valioso en asuntos fútiles.
Riko escuchó mi comentario y parecía que ya entendía mi punto de vista. No había nada que me me diera tanto dolor de cabeza, que saber que algo grande y malo iba ocurrir, pero no saber cuando. Es como si hubiera que estar siempre en guardia, siempre preparado para algo que se me antojaba como inevitable y bastante jodido.
— Sí... Tienes razón...
Los peces ya casi estaban, Riko propuso que entrenáramos, y yo paranoico de mí pensaba que quería alguna especie de combate amistoso. Pero nada más lejos de la realidad...
— No, no, no me refería a un combate, me refería a tu y yo, cada uno por su cuenta, entrenar sus cosas, ¿entiendes?
¡Ufff! ¡Menos mal! ya temía por mis preciados dientecillos Respiré aliviado.
-¡Anda! Si si. Me llevé las manos a la cabeza por un instante por mi error. -¡Claro claro! De hecho lo estoy haciendo, incluso ahora. Mi especialidad es un tanto singular...ya sabes...los peces que viste en el río. Le explicaba mientras inspeccionaba la cocción de los peces con uno de los palos.
Esto marcha francamente bien
— Esto ya casi está.
-Y que lo digas...y que lo digas...dicen que el pescado es muy bueno para el cerebro, eso también es un músculo que no hay que olvidar de entrenar ¡Ja ja!. Reí emocionado mientras me frotaba las manos saboreando ya la comida por el buen olor que desprendían.