20/10/2016, 18:20
-¡Anda! Si si. ¡Claro claro! De hecho lo estoy haciendo, incluso ahora. Mi especialidad es un tanto singular...ya sabes...los peces que viste en el río
Riko se sorprendió un poco, ¿cómo era posible que estuviera entrenando en ese momento? Si no estaban haciendo nada, estaban esperando con paciencia a que terminaran de asarse los pescados.
— ¿Y cómo lo estás haciendo ahora? Quiero decir, no te estoy viendo hacer nada. — Preguntó el joven rastas de forma inocente.
-Y que lo digas...y que lo digas...dicen que el pescado es muy bueno para el cerebro, eso también es un músculo que no hay que olvidar de entrenar ¡Ja ja!
— Y que lo digas, compañero, ¡es muy importante!
Poco a poco el olor de lo que estaban cocinando invadía sus fosas nasales, y como consecuencia, cada vez tenía más hambre, por lo que estaba impaciente por empezar a comer. Así que en cuanto estuvo la comida lista, cogió dos palos, le tendió uno a su compañero y empezó a soplar el suyo.
— ¡Que aproveche! Y cuidado que quema. — Avisó el moreno, y rápidamente le dio el primer bocado, por un costado evitando las espinas. — Osea, ¿que utilizas técnicas con tinta? ¿Invocas cosas de tinta? — Quizás no era un tema de lo más apropiado, pero tenía mucha curiosidad.
Riko masticaba cuidadosamente la comida, tratando de saborear el pescado como se merecía, al fin y al cabo, había empleado tiempo en poder comérselo.
— Es cierto eso que dicen, cuando se trabaja por la comida, sabe hasta mejor. — Rió el muchacho.
Riko se sorprendió un poco, ¿cómo era posible que estuviera entrenando en ese momento? Si no estaban haciendo nada, estaban esperando con paciencia a que terminaran de asarse los pescados.
— ¿Y cómo lo estás haciendo ahora? Quiero decir, no te estoy viendo hacer nada. — Preguntó el joven rastas de forma inocente.
-Y que lo digas...y que lo digas...dicen que el pescado es muy bueno para el cerebro, eso también es un músculo que no hay que olvidar de entrenar ¡Ja ja!
— Y que lo digas, compañero, ¡es muy importante!
Poco a poco el olor de lo que estaban cocinando invadía sus fosas nasales, y como consecuencia, cada vez tenía más hambre, por lo que estaba impaciente por empezar a comer. Así que en cuanto estuvo la comida lista, cogió dos palos, le tendió uno a su compañero y empezó a soplar el suyo.
— ¡Que aproveche! Y cuidado que quema. — Avisó el moreno, y rápidamente le dio el primer bocado, por un costado evitando las espinas. — Osea, ¿que utilizas técnicas con tinta? ¿Invocas cosas de tinta? — Quizás no era un tema de lo más apropiado, pero tenía mucha curiosidad.
Riko masticaba cuidadosamente la comida, tratando de saborear el pescado como se merecía, al fin y al cabo, había empleado tiempo en poder comérselo.
— Es cierto eso que dicen, cuando se trabaja por la comida, sabe hasta mejor. — Rió el muchacho.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»