25/10/2016, 15:51
— Bien, bien Yoshi, me gusta la idea, ¿qué te parece si vamos? Es un buen entrenamiento.
¡Whow! ¡Que determinación! Sin duda Yoshimitsu, se lo habría pensado unas decenas veces comprometido a aquello.
Riko estaba decidido a luchar en su sitio duro, un lugar para gente "complicada" pero por su repentina respuesta, parecía decidido incluso antes de comentarle nada al respecto.
-Bueno, no quiero que pienses que allí no hay nivel. Suelen participar mucha gente problemática. Shinobis que bien están preparando algún examen de ascenso o, simplemente shinobis retirados por cualquier motivo, bueno o malo, que buscan una forma de ganar un dinero extra. Advertí a un entusiasmado Riko.
— Venga vamos, te sigo. — Le miré atónito, tan emocionado estaba que se despegó del suelo de un salto, que parecía que pudiera volar y todo.
-Vaaaaleeeee... Dije dubitativo.
Bueno...eligió libremente...no debería tener remordimientos. A lo mejor es un as combatiendo...Eso espero...
Aunuqe primero deberíamos recoger todo esto y apagar el fuego, no quiero ser el causante de un incendio... —
Seguidamente tras sus palabras, también me levanté del suelo harto de comer y de ver restos de pescado. -Yo me encargo del fuego, le echo un poco de tierra encima y listo, fuego apagado. Y dicho y hecho, tarea sencilla. Lo único que quedó de aquella magnifica hoguera fue un minúsculo reguero de humo que se escapaba de entre la tierra.
-Bueno yo ya estoy listo...Por cierto...Si vas a participar, te recomiendo que te guardes la bandana de Uzushio, ya sabes, por si acaso... Sugerí sin malas intenciones.
Saqué mi makimono, realicé unos trazos...-Ninpou, Chōjū Giga Shishi.
De repente del papel, brotó un enorme e imponente león de tinta de dos metros de longitud. Me subí en él como si de una montura se tratara. -Bueno...pues sígueme.
Comenzamos la marcha hacía el "poblado" en realidad era como una especie de "circo ambulante" un circo de la lucha, que como era clandestino se movía cada cierto tiempo por la ilegalidad del asunto. Pero yo como provenía de una buena familia de espías, sabía un poco de todo. De lo turbio y no tan turbio.
-¿Entonces que Riko? ¿Debería apostar por tí para ganar unos Ryos extra? Pregunté como para picarle un poco.
¡Whow! ¡Que determinación! Sin duda Yoshimitsu, se lo habría pensado unas decenas veces comprometido a aquello.
Riko estaba decidido a luchar en su sitio duro, un lugar para gente "complicada" pero por su repentina respuesta, parecía decidido incluso antes de comentarle nada al respecto.
-Bueno, no quiero que pienses que allí no hay nivel. Suelen participar mucha gente problemática. Shinobis que bien están preparando algún examen de ascenso o, simplemente shinobis retirados por cualquier motivo, bueno o malo, que buscan una forma de ganar un dinero extra. Advertí a un entusiasmado Riko.
— Venga vamos, te sigo. — Le miré atónito, tan emocionado estaba que se despegó del suelo de un salto, que parecía que pudiera volar y todo.
-Vaaaaleeeee... Dije dubitativo.
Bueno...eligió libremente...no debería tener remordimientos. A lo mejor es un as combatiendo...Eso espero...
Aunuqe primero deberíamos recoger todo esto y apagar el fuego, no quiero ser el causante de un incendio... —
Seguidamente tras sus palabras, también me levanté del suelo harto de comer y de ver restos de pescado. -Yo me encargo del fuego, le echo un poco de tierra encima y listo, fuego apagado. Y dicho y hecho, tarea sencilla. Lo único que quedó de aquella magnifica hoguera fue un minúsculo reguero de humo que se escapaba de entre la tierra.
-Bueno yo ya estoy listo...Por cierto...Si vas a participar, te recomiendo que te guardes la bandana de Uzushio, ya sabes, por si acaso... Sugerí sin malas intenciones.
Saqué mi makimono, realicé unos trazos...-Ninpou, Chōjū Giga Shishi.
De repente del papel, brotó un enorme e imponente león de tinta de dos metros de longitud. Me subí en él como si de una montura se tratara. -Bueno...pues sígueme.
Comenzamos la marcha hacía el "poblado" en realidad era como una especie de "circo ambulante" un circo de la lucha, que como era clandestino se movía cada cierto tiempo por la ilegalidad del asunto. Pero yo como provenía de una buena familia de espías, sabía un poco de todo. De lo turbio y no tan turbio.
-¿Entonces que Riko? ¿Debería apostar por tí para ganar unos Ryos extra? Pregunté como para picarle un poco.