26/10/2016, 13:15
Ante la atónita mirada de todos, la chica cargaba sin ningún miedo contra aquel gigante enrabietado. Cualquiera podría pensar que era un suicidio, que el tamaño era una diferencia que marcaba el destino del combate antes de comenzar. Seguramente nadie hubiese apostado por ella, y mucho menos tras presenciar como aquel gigantón desparecía ante ellos. Sin embargo, no lo había hecho para Tomoe y su sharingan. La chica pudo ver sus movimientos perfectamente, aquel grandullón no era lo suficientemente rápido como para escapar a la visión de un sharingan con dos tomoe.
Todo sucedió en un instante para los que observaban fuera, el tipo apareció al costado de la chica y lanzó una poderosa patada que impacto en ella antes de que estallase en una nube de humo que al disiparse desvelaría un tablón de madera con un kunai clavado en su centro. La patada rompió el madero por la mitad, astillando uno de sus extremos y conviertiendolo en una suerte de puñales que parecía alejarse... pero entonces sentiría a la altura de cuello un fino hilo que se tensaba poderosamente sobre su garganta haciendo que el tablón se retuviese un instante en el aire. Luego un simple haz de chakra que recorría el cable haciendo el kunai girar con la fuerza del golpe en un angulo de 45 grados, que lo que provocó que el hilo se enrollase alrededor de su cuello trayendo consigo el madero que tras una vuelta sobre su garganta y a una velocidad impresionante, se dirigiría directamente contra la garganta del gigante que si no se sacaba un as de la manga estaba muerto.
La rabia y el menosprecio por su adversario, le había llevado hasta un callejón sin salida que aún no era capaz de ver. Mientras que la pequeñaja se ocultaba a unos metros, junto al muro de maderos tras unas cajas donde había clavado el kunai para poder soportar toda la fuerza de aquella maniobra.
Por su parte, el chico de taki había vuelto a utilizar esa técnica extraña de dibujo para devolver a al vida al león-perro que ahora se dirigía contra una gigante atrapado por un hilo alrededor de su cuello a la espera de la puñalada mortal.
Todo sucedió en un instante para los que observaban fuera, el tipo apareció al costado de la chica y lanzó una poderosa patada que impacto en ella antes de que estallase en una nube de humo que al disiparse desvelaría un tablón de madera con un kunai clavado en su centro. La patada rompió el madero por la mitad, astillando uno de sus extremos y conviertiendolo en una suerte de puñales que parecía alejarse... pero entonces sentiría a la altura de cuello un fino hilo que se tensaba poderosamente sobre su garganta haciendo que el tablón se retuviese un instante en el aire. Luego un simple haz de chakra que recorría el cable haciendo el kunai girar con la fuerza del golpe en un angulo de 45 grados, que lo que provocó que el hilo se enrollase alrededor de su cuello trayendo consigo el madero que tras una vuelta sobre su garganta y a una velocidad impresionante, se dirigiría directamente contra la garganta del gigante que si no se sacaba un as de la manga estaba muerto.
La rabia y el menosprecio por su adversario, le había llevado hasta un callejón sin salida que aún no era capaz de ver. Mientras que la pequeñaja se ocultaba a unos metros, junto al muro de maderos tras unas cajas donde había clavado el kunai para poder soportar toda la fuerza de aquella maniobra.
Por su parte, el chico de taki había vuelto a utilizar esa técnica extraña de dibujo para devolver a al vida al león-perro que ahora se dirigía contra una gigante atrapado por un hilo alrededor de su cuello a la espera de la puñalada mortal.