29/05/2015, 00:41
(Última modificación: 29/05/2015, 11:16 por Sasagani Yota.)
Menuda decepción. ¿Quería entrenar en serio? De ser así usaría todas y cada una de sus armas sin importar en las consecuencias, porque si uno no llevaba las cosas al límite no sería capaz de mejorar y por tanto de convertir un entrenamiento en algo provechoso. si lo que deseaba era combatir en serio no debía guardar nada en la recamara.
-¿Ahora te preocupa la guardia? Venga, deja de poner escusas de mal pagador, extranjero-
El tiempo de la cháchara se había terminado. Había llegado el momento de las ostias como panes. separados por aquel escuçeto margen, mirandonos el uno al otro, supe que ambos estábamos listos. Por su aprte era más que evidente puesto que acabó preguntandome si estaba preparado y sus manos rápidamente se dirigieron a sus portaobjetos y pronto sus diminutas bocas empezaron a masticar arcilla produciendo un ruido propio del chiquillo que mastioca chiclé.
-Venga, dejate de hablar y muestrame de una maldita vez que haces que es tan temible con esa arcilla-
*Me muero de ganas de verlo..*
Sinmás preambulos que el ya realizado, el de Kusa empezó a cabalgar como alma que lleva el diablo hacia mi posición. Quería ver esa arcilla en plena acción, pero noe ra imbécil, quedarse quieto sería un grave error. Sonreí ante el inminente intercambio de golpes al mismo tiempo que mis rodillas se flexionaban y me preparaba para lo inevitable. El instinto me pedía activar el sharingan y por un momento casi lo hago de forma automático. No obstante reaccioné a tiempo y mis orbes se mantuvieron de aquel color negro impasible
Estaba listo para la evasión.
-¿Ahora te preocupa la guardia? Venga, deja de poner escusas de mal pagador, extranjero-
El tiempo de la cháchara se había terminado. Había llegado el momento de las ostias como panes. separados por aquel escuçeto margen, mirandonos el uno al otro, supe que ambos estábamos listos. Por su aprte era más que evidente puesto que acabó preguntandome si estaba preparado y sus manos rápidamente se dirigieron a sus portaobjetos y pronto sus diminutas bocas empezaron a masticar arcilla produciendo un ruido propio del chiquillo que mastioca chiclé.
-Venga, dejate de hablar y muestrame de una maldita vez que haces que es tan temible con esa arcilla-
*Me muero de ganas de verlo..*
Sinmás preambulos que el ya realizado, el de Kusa empezó a cabalgar como alma que lleva el diablo hacia mi posición. Quería ver esa arcilla en plena acción, pero noe ra imbécil, quedarse quieto sería un grave error. Sonreí ante el inminente intercambio de golpes al mismo tiempo que mis rodillas se flexionaban y me preparaba para lo inevitable. El instinto me pedía activar el sharingan y por un momento casi lo hago de forma automático. No obstante reaccioné a tiempo y mis orbes se mantuvieron de aquel color negro impasible
Estaba listo para la evasión.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa