2/11/2016, 04:30
La primera respuesta que ella recibió no fue lo que se esperaba, siquiera se mostraba convencida y entrecerró ligeramente los ojos al mismo tiempo en que pasaba una pierna por encima de la otra y apoyaba el codo cerca de la rodilla, pura y exclusivamente para usar su propia mano como un soporte para su cabeza puesto que no tardó en apoyar su mentón en la palma de la mano.
Por mucho que el albino se disculpase, no parecía realmente interesado en aquello, es decir, se le acercaba sin ningún tipo de miedo ni consideración por lo que no terminaba de creerle las disculpas siquiera. ~¿Serás uno de esos que solo dicen las cosas por educación? ~Se preguntó la rubia que no despegaba la mirada del contrario hasta que este decidió mostrarle el símbolo dibujado en la bandana y oculto bajo el flequillo.
—Interesante… —Soltó bastante desinteresada, como si le hubiesen dicho algo que ni siquiera le importaba pese a que ella misma había preguntado. —Sakamoto Noemi, kunoichi de Takigakure. —Prosiguió reacomodándose en la banca.
Tras enderezar la espalda y cruzarse de brazos, la chica inspiró profundamente y luego suspiró lentamente. ~Se ve que tendré que empezar a moverme para recuperar la fama de la familia. ~Se planteó en su cabeza al ver como las nuevas generaciones ya ni siquiera reconocían a los miembros de la misma. Inclusive a ella deberían de reconocerla según su juicio pero que va, algún día tendría la posibilidad de hacer algo para que su nombre pasase a estar escrito en algún lado, con un poco de suerte no sería una placa en algún cementerio.
—Si quieres. —Respondió con cierta frialdad con la mirada fija en el suelo delante de sus pies. —Serás un genin supongo, como te graduaste hace poco… —Hizo una ligera pausa, simplemente para observar ese bulto que el albino traía en la espalda envuelto en vendajes. —¿En qué te especializas? —Fue la pregunta, simplemente porque cabía la posibilidad de que aquello que traía tuviese algo que ver con dicha especialidad. O puede que no y fuese por algún encargo, a saber.
Por mucho que el albino se disculpase, no parecía realmente interesado en aquello, es decir, se le acercaba sin ningún tipo de miedo ni consideración por lo que no terminaba de creerle las disculpas siquiera. ~¿Serás uno de esos que solo dicen las cosas por educación? ~Se preguntó la rubia que no despegaba la mirada del contrario hasta que este decidió mostrarle el símbolo dibujado en la bandana y oculto bajo el flequillo.
—Interesante… —Soltó bastante desinteresada, como si le hubiesen dicho algo que ni siquiera le importaba pese a que ella misma había preguntado. —Sakamoto Noemi, kunoichi de Takigakure. —Prosiguió reacomodándose en la banca.
Tras enderezar la espalda y cruzarse de brazos, la chica inspiró profundamente y luego suspiró lentamente. ~Se ve que tendré que empezar a moverme para recuperar la fama de la familia. ~Se planteó en su cabeza al ver como las nuevas generaciones ya ni siquiera reconocían a los miembros de la misma. Inclusive a ella deberían de reconocerla según su juicio pero que va, algún día tendría la posibilidad de hacer algo para que su nombre pasase a estar escrito en algún lado, con un poco de suerte no sería una placa en algún cementerio.
—Si quieres. —Respondió con cierta frialdad con la mirada fija en el suelo delante de sus pies. —Serás un genin supongo, como te graduaste hace poco… —Hizo una ligera pausa, simplemente para observar ese bulto que el albino traía en la espalda envuelto en vendajes. —¿En qué te especializas? —Fue la pregunta, simplemente porque cabía la posibilidad de que aquello que traía tuviese algo que ver con dicha especialidad. O puede que no y fuese por algún encargo, a saber.