12/11/2016, 01:19
"¿Tanto suspenso sólo para decirme eso?"
Le parecía una completa estupidez hacer tanta pausa para resaltar algo tan obvio, si bien hace unos segundos ni siquiera sabía ese dato de igual forma le importaba una mierda. Aquello no cambiaba nada, simplemente quería salir de ahí lo más rápido posible para recuperar su arma, pero las fuerzas no le daban. aquella sustancia pegajosa parecía formar hilos entretejidos por toda la superficie, además que envolver parte de las osamentas que ahí se encontraban.
—No me interesa si es una trampa o no, yo me largo— Dijo mientras se erguía con mucho esfuerzo.
Que Kazuma hiciera lo que quisiera, el de la capa negra no iba a pararse a pensar en nada, ni siquiera en la dirección que debía tomar.
La falta de fuerzas no sólo era a nivel físico, la ausencia de chakra era notable aunque trataba de no prestarle atención. Intentó caminar, pero cada paso que daba se volvía tedioso debido a que las suelas de sus sandalias se quedaban adheridas al suelo. Aquel reciento se le antojaba como una especie de cueva, pero no lograba entender como demonios terminaron ahí tras la caída. Intentaba avanzar, pero al final terminó echándose de rodillas.
—¡Ahhggrr!
De repente algo le hizo sentirse en alerta, la extraña tela que cubría la superficie se movió, como si algo o alguien estuviese tirando de ella. Un escalofrió recorrió su espalda, acompañado por una gota de sudor frío que resbaló por su frente. Pronto unas luces parecieron surgir de entre la tenebrosa oscuridad, ocho luces para ser exactos, y fue ahí cuando el Takanashi pudo dilucidar de que clase de trampa se trataba.
—Me lleva el demonio...— Dijo en voz alta ante la aparición en escena de un arácnido personaje.
Le parecía una completa estupidez hacer tanta pausa para resaltar algo tan obvio, si bien hace unos segundos ni siquiera sabía ese dato de igual forma le importaba una mierda. Aquello no cambiaba nada, simplemente quería salir de ahí lo más rápido posible para recuperar su arma, pero las fuerzas no le daban. aquella sustancia pegajosa parecía formar hilos entretejidos por toda la superficie, además que envolver parte de las osamentas que ahí se encontraban.
—No me interesa si es una trampa o no, yo me largo— Dijo mientras se erguía con mucho esfuerzo.
Que Kazuma hiciera lo que quisiera, el de la capa negra no iba a pararse a pensar en nada, ni siquiera en la dirección que debía tomar.
La falta de fuerzas no sólo era a nivel físico, la ausencia de chakra era notable aunque trataba de no prestarle atención. Intentó caminar, pero cada paso que daba se volvía tedioso debido a que las suelas de sus sandalias se quedaban adheridas al suelo. Aquel reciento se le antojaba como una especie de cueva, pero no lograba entender como demonios terminaron ahí tras la caída. Intentaba avanzar, pero al final terminó echándose de rodillas.
—¡Ahhggrr!
De repente algo le hizo sentirse en alerta, la extraña tela que cubría la superficie se movió, como si algo o alguien estuviese tirando de ella. Un escalofrió recorrió su espalda, acompañado por una gota de sudor frío que resbaló por su frente. Pronto unas luces parecieron surgir de entre la tenebrosa oscuridad, ocho luces para ser exactos, y fue ahí cuando el Takanashi pudo dilucidar de que clase de trampa se trataba.
—Me lleva el demonio...— Dijo en voz alta ante la aparición en escena de un arácnido personaje.