30/05/2015, 14:22
La Uchiha notó que el chico que estaba encaramado a la torre procedía a descender, además parecía que se aproximaba en su dirección. Al parecer ese día tampoco se iba a librar de compañía no deseada. El escalador pareció distraerse con algo, lo que terminó por provocar que perdiese el control del descenso y terminase estampandose con el suelo
"Con un poco de suerte se ha matado..." pensó la chica que ni siquiera desvió la mirada de la torre, no le importaba lo más mínimo lo que le hubiese ocurrido al pelirrojo que besaba el suelo "Bueno, creo que ya se por donde subir..." Sin embargo sus intenciones se verían abortadas por el aprendiz de salto base que comenzaba a reaccionar y a incorporarse, incluso parecía querer recuperar parte de la dignidad perdida. Tomoe le miró de reojo "Se ve que los kimonos están de moda..." fue lo primero que pensó al fijarse mejor en aquel tipo. Últimamente todo el mundo con el que se encontraba llevaba ropa de ese estilo, aunque había que reconocer que ese chico tenía un gusto un tanto excéntrico y particular pues su ropa estaba totalmente salpicada de colores bastante llamativos.
El melenudo se sacudió su ropa y habló como si de un galán de obra de teatro se tratase, aquello no agradó en exceso a la Uchiha.
—Vuelve a llamarme preciosa y te haré besar el suelo de nuevo— gruñó la pelinegra mientras apartaba la mirada y la devolvía hacia la torre, sin más dio un gran salto para comenzar a escalar la torre. Quedando de pie sobre el primer gran travesaño que la conformaba, donde se detuvo para poder sacar de su portaobjetos su pequeño frasco anaranjado repleto de píldoras. Tomoe lo desenroscó suavemente y vertió las pastillas sobre su mano izquierda, volvió a tapar el bote con cuidado y lo depósito de nuevo en su lugar de origen [color=blueviolet"Es más alta de lo que parece desde abajo..."[/color] pensó mientras observaba la estructura de nuevo
"Con un poco de suerte se ha matado..." pensó la chica que ni siquiera desvió la mirada de la torre, no le importaba lo más mínimo lo que le hubiese ocurrido al pelirrojo que besaba el suelo "Bueno, creo que ya se por donde subir..." Sin embargo sus intenciones se verían abortadas por el aprendiz de salto base que comenzaba a reaccionar y a incorporarse, incluso parecía querer recuperar parte de la dignidad perdida. Tomoe le miró de reojo "Se ve que los kimonos están de moda..." fue lo primero que pensó al fijarse mejor en aquel tipo. Últimamente todo el mundo con el que se encontraba llevaba ropa de ese estilo, aunque había que reconocer que ese chico tenía un gusto un tanto excéntrico y particular pues su ropa estaba totalmente salpicada de colores bastante llamativos.
El melenudo se sacudió su ropa y habló como si de un galán de obra de teatro se tratase, aquello no agradó en exceso a la Uchiha.
—Vuelve a llamarme preciosa y te haré besar el suelo de nuevo— gruñó la pelinegra mientras apartaba la mirada y la devolvía hacia la torre, sin más dio un gran salto para comenzar a escalar la torre. Quedando de pie sobre el primer gran travesaño que la conformaba, donde se detuvo para poder sacar de su portaobjetos su pequeño frasco anaranjado repleto de píldoras. Tomoe lo desenroscó suavemente y vertió las pastillas sobre su mano izquierda, volvió a tapar el bote con cuidado y lo depósito de nuevo en su lugar de origen [color=blueviolet"Es más alta de lo que parece desde abajo..."[/color] pensó mientras observaba la estructura de nuevo