16/11/2016, 20:53
Por algún extraño motivo el albino que acompañaba a Noemi se había quedado totalmente callado sin ningún tipo de justificativo, es decir, se había mostrado lo suficientemente extrovertido como para acercarse a una kunoichi que no conocía y también hablar con un segundo desconocido sin ningún tipo de nerviosismo o reacción extraña. ~Parece que no eras tan extrovertido. ~Pensaba la rubia ignorando completamente al cuadrúpedo que seguía en sus asuntos sin llegar a molestar a nadie.
—Bien. —Fue lo único que respondió respecto al animal al mismo tiempo que se cruzaba de brazos. Pero el comentario siguiente terminaría por darle un dato interesante a la rubia. ~Si se le hace raro ver el cielo despejado tiene que ser de ahí. A no ser que estén en plena temporada de lluvias en Uzushio. ~Se dijo a si misma descartando la posibilidad de que fuese de Taki puesto que allí no había llovido tanto como para decir tal cosa. —Eres de Ame, ¿verdad? —Soltó sin más sin motivos, total, no perdía nada y nadie se estaba mostrando hostil.
Pero un momento después, el pensamiento de la Senju cambiaría totalmente, ¿en serio no eran hostiles? El chico soltó un comentario que hizo que ella se voltease a ver, después de todo había estado ignorando al perro y ni prestó especial atención al momento en que se subió a la banca, al menos hasta que sintió algo cerca del trasero pero para cuando lo hizo ya era tarde, Akuma había salido corriendo tan rápido como podía con algo en su boca y claro, el dueño también saldría corriendo. ~¿Qué carajo…? ~Fue lo primero que Noemi se preguntó justo cuando se levantó de un salto y revisó el portaobjetos con ambas manos para rápidamente darse cuenta de lo que faltaba.
—¡Cómo eso pase te juro que te enterraré junto a tu perro! —Bramó la kunoichi antes de comenzar a correr en la misma dirección que el peludo animal.
Y claro que estaría histérica, ¡le habían robado su preciado cepillo para el pelo! Un pecado que nunca será perdonado…
—Bien. —Fue lo único que respondió respecto al animal al mismo tiempo que se cruzaba de brazos. Pero el comentario siguiente terminaría por darle un dato interesante a la rubia. ~Si se le hace raro ver el cielo despejado tiene que ser de ahí. A no ser que estén en plena temporada de lluvias en Uzushio. ~Se dijo a si misma descartando la posibilidad de que fuese de Taki puesto que allí no había llovido tanto como para decir tal cosa. —Eres de Ame, ¿verdad? —Soltó sin más sin motivos, total, no perdía nada y nadie se estaba mostrando hostil.
Pero un momento después, el pensamiento de la Senju cambiaría totalmente, ¿en serio no eran hostiles? El chico soltó un comentario que hizo que ella se voltease a ver, después de todo había estado ignorando al perro y ni prestó especial atención al momento en que se subió a la banca, al menos hasta que sintió algo cerca del trasero pero para cuando lo hizo ya era tarde, Akuma había salido corriendo tan rápido como podía con algo en su boca y claro, el dueño también saldría corriendo. ~¿Qué carajo…? ~Fue lo primero que Noemi se preguntó justo cuando se levantó de un salto y revisó el portaobjetos con ambas manos para rápidamente darse cuenta de lo que faltaba.
—¡Cómo eso pase te juro que te enterraré junto a tu perro! —Bramó la kunoichi antes de comenzar a correr en la misma dirección que el peludo animal.
Y claro que estaría histérica, ¡le habían robado su preciado cepillo para el pelo! Un pecado que nunca será perdonado…