17/11/2016, 18:22
—Mejor cierra la boca y no llames a la mal... Espera, ¿qué dijiste de las cejas de Kawakage-sama?— Lo de que sus vidas estuvieran corriendo peligro pasó a segundo plano en cuanto escuchó a lo que sus oídos era una ofensa en contra de aquellos míticos pelos que adornaban el rostro del jefe de Takigakure.
El de Uzushio en ese momento les indicó que debían huir del sitio que ahora empezaba a caerse a pedazos.
"Lo que nos faltaba"
A saltos y trompicones el Takanashi burló a la araña que amenazaba con condenarlos dentro de una tumba de piedras ardientes, siguiéndole el paso al de cabellera albina se adentró en aquel misterioso tobogán rocoso y se deslizó por el mismo tratando de no pensar en que habría al final. Ya había visto que hablar de la mala suerte la atraía, pero aún así al ir de bajada no parecía ser la dirección correcta a tomar. Descendió por la extrañamente resbalosa superficie del pasadizo a una velocidad constante, pero además pudo percatarse que algo no andaba bien con el Ishimura.
—Oeh Kazuma, oeh, ¡OEH! ¡No te duermas que aún tengo que golpearte por esto!
El de Uzushio en ese momento les indicó que debían huir del sitio que ahora empezaba a caerse a pedazos.
"Lo que nos faltaba"
A saltos y trompicones el Takanashi burló a la araña que amenazaba con condenarlos dentro de una tumba de piedras ardientes, siguiéndole el paso al de cabellera albina se adentró en aquel misterioso tobogán rocoso y se deslizó por el mismo tratando de no pensar en que habría al final. Ya había visto que hablar de la mala suerte la atraía, pero aún así al ir de bajada no parecía ser la dirección correcta a tomar. Descendió por la extrañamente resbalosa superficie del pasadizo a una velocidad constante, pero además pudo percatarse que algo no andaba bien con el Ishimura.
—Oeh Kazuma, oeh, ¡OEH! ¡No te duermas que aún tengo que golpearte por esto!