Más abajo fueron recibidos nuevamente por una capa de telaraña y la misma luz verdecina, la guarida de aquel animal probablemente ocupaba toda la caverna, aunque por suerte ya no tendrían que preocuparse de ser su almuerzo. Tenían la suerte además que aquella acolchonada maraña les sirviera de cojinete para amortiguar la caída, pero de todos modos resultaba fastidioso el quitarse los pegajosos hilos. Tatsuya estaba hasta la madre de ese lugar, además que le incomodaba enormemente la herida que tenía en el omóplato cortesía de aquellas senbons.
Al final aquella luz no era una salida, al contrario; ahora estaban mucho más profundo que al inicio. Aunque d e todas formas no había más lugar a donde ir.
El Ishimura estaba inconsciente y el Takanashi no hallaba la manera de despertarlo, caminó en círculos alrededor de el y al final se tumbó cerca de una pared, justo antes de que el peliblanco despertase.
"Al fin..."
El de ojos dispares hizo caso omiso a la pregunta de su compañero, no porque no lo escuchara sino porque no le interesaba, ya tenía otros planes. Se levantó de mala gana, dando pasos pesados hacia donde estaba su compañero mientras esbozaba una sonrisa retorcida. Se tumbó de rodillas, quedando a la misma altura que el Uzushiogakureño al cual tomó de sus ropas con ambas manos y con la poca fuerza que tenía empezó a sacudirlo mientras vociferaba mostrando una mirada de desesperación.
—¡¡¡¡¡¡TODO ESTO ES UN DESASTRE!!!!!! ¡Desde un principio podíamos haberles seguido la corriente a los matones igual que yo!, pero ahhhh ¡el señorito quería pelear!... Y luego tan calmado como sí nada aunque estuviéramos atrapados en la trampa de una araña gigante ¿¡Me quieres volver loco!?, porque si es así ESTAS HACIENDO UN TRABAJO ESTUPEEENDOOO ♪♫♪... Casi nos vuelves una barbacoa y ahora que estamos hundidos en la miseria no se te ocurre mejor cosa que preguntar insensateces. No sabemos cómo salir de aquí, NI SIQUIERA SABEMOS SI EXISTE UNA SALIDA.
Levantó el puño con rabia y estaba a punto de querer golpear en la cara al peliblanco, pero en ese momento su mano que aún sujetaba sus prendas dejó de apretar poco a poco, sus fuerzas desfallecían y cayó de cara al suelo, exhausto. Fue ahí cuando la rabia se torna en frustración, y la frustración en llanto. Trató de incorporarse, pero estaba demasiado cansado.
—No sé que hacer...— Dijo sollozando.
Al final aquella luz no era una salida, al contrario; ahora estaban mucho más profundo que al inicio. Aunque d e todas formas no había más lugar a donde ir.
El Ishimura estaba inconsciente y el Takanashi no hallaba la manera de despertarlo, caminó en círculos alrededor de el y al final se tumbó cerca de una pared, justo antes de que el peliblanco despertase.
"Al fin..."
El de ojos dispares hizo caso omiso a la pregunta de su compañero, no porque no lo escuchara sino porque no le interesaba, ya tenía otros planes. Se levantó de mala gana, dando pasos pesados hacia donde estaba su compañero mientras esbozaba una sonrisa retorcida. Se tumbó de rodillas, quedando a la misma altura que el Uzushiogakureño al cual tomó de sus ropas con ambas manos y con la poca fuerza que tenía empezó a sacudirlo mientras vociferaba mostrando una mirada de desesperación.
—¡¡¡¡¡¡TODO ESTO ES UN DESASTRE!!!!!! ¡Desde un principio podíamos haberles seguido la corriente a los matones igual que yo!, pero ahhhh ¡el señorito quería pelear!... Y luego tan calmado como sí nada aunque estuviéramos atrapados en la trampa de una araña gigante ¿¡Me quieres volver loco!?, porque si es así ESTAS HACIENDO UN TRABAJO ESTUPEEENDOOO ♪♫♪... Casi nos vuelves una barbacoa y ahora que estamos hundidos en la miseria no se te ocurre mejor cosa que preguntar insensateces. No sabemos cómo salir de aquí, NI SIQUIERA SABEMOS SI EXISTE UNA SALIDA.
Levantó el puño con rabia y estaba a punto de querer golpear en la cara al peliblanco, pero en ese momento su mano que aún sujetaba sus prendas dejó de apretar poco a poco, sus fuerzas desfallecían y cayó de cara al suelo, exhausto. Fue ahí cuando la rabia se torna en frustración, y la frustración en llanto. Trató de incorporarse, pero estaba demasiado cansado.
—No sé que hacer...— Dijo sollozando.